Anayet - Imagen de anayet.org |
El Gobierno de Aragón actual ha impedido que el área del Anayet, la Canal Roya y la Canal de Izas sean devorados por los planes de especulación urbanística que, en forma de macroestación de esquí, amenazan desde hace más de una década la conservación de este valle emblemático del Pirineo aragonés, cuyos planes de conservación llevan en lista de espera desde los años 80.
Ese área, situada en una de las divisorias de los valles del Alto Gállego y del Aragón, alberga varias de las zonas de mayor interés ambiental del Pirineo aragonés. Reúne, en un rectángulo de apenas seis por cuatro kilómetros, un volcán semiderruido de hace 250 millones de años, dos de los últimos ríos salvajes de la cordillera –Canal Roya y Canal de Izas- y media docena de ibones situados a más de 2.000 metros de altitud.
Toda esta zona del Pirinero aragonés era la elegida por los responsables de Aramón, el hólding semipúblico aragonés del esquí, controlado al 50% por el Gobierno autonómico e Ibercaja, para unir las estaciones de esquí de Formigal, Astún y Candanchú con el objetivo de crear el espacio esquiable más extenso de Europa: 220 kilómetros de pistas unidas, a través de la Canal Roya, por remontes y telecabinas de entre 1,4 y 3,8 kilómetros de longitud, una de las cuales nacería en la antigua estación internacional de ferrocarril de Canfranc.
El consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro (CHA), lo ha confirmado en una respuesta parlamentaria a la diputada de Podemos Violeta Barba. “El proyecto existente de la unión de las estaciones de esquí de los valles del Tena y del Aragón lo aprobó el anterior Gobierno de Aragón dos meses antes de las elecciones, sin financiación y, por lo tanto, siendo difícil afrontar su realización en la presente legislatura”, señala el nacionalista. “La unión de las estaciones no se va a ejecutar ni en esta legislatura ni nunca”, explica el director general de Ordenación del Territorio, Joaquín Palacín, que anota que “hay una decisión política de no unir las estaciones”. “No es que hayamos sido críticos con esta iniciativa, es que hemos estado siempre en contra por sus consecuencias ambientales”, señala. Palacín, diputado de CHA por Huesca la pasada legislatura, y que defendió en las Cortes de Aragón varias propuestas de oposición a este proyecto que fueron rechazadas.
Ahora Vertebración del Territorio también ha asumido las competencias de Turismo, materia en la que, según explicó Palacín, “vamos a dar todo el apoyo posible al sector del esquí, que es clave para el Pirineo, pero sin macroproyectos”. En este sentido, matizó que “apoyaremos la unión comercial de las estaciones y la mejora de sus infraestructuras y servicios, que incluyen el transporte por carretera, pero no su conexión física”, siendo su propuesta la de “trabajar en lo que nos une y aparcar lo que nos separa”, y señaló que “apoyaremos la unión comercial de las estaciones y la mejora de sus infraestructuras y servicios, que incluyen el transporte por carretera, pero no su conexión física”.
El área del Anayet constituye un ejemplo paradigmático de desprotección ambiental. El Icona lo incluyó en 1974 en su Inventario Abierto de Espacios Naturales, y el Gobierno de Aragón lo catalogó en 1989 como Reserva Natural y como Parque Natural dos años después. Anayet-Partacua sigue siendo, junto con Los Monegros y con la única excepción de varios de sus ibones, que sí están incluidos en la Red Natura 2000, una de las dos únicas áreas de esos listados de zonas a proteger en Aragón que, cuatro décadas después, siguen sin contar con una figura ambiental.