1.12.15

¿Tenemos suficiente democracia o es un espejismo?

Democracia. En su nombre se miente, engaña y falta al respeto, por diferentes  intereses. Nuestra democracia constitucional en nuestro caso, está basada en el estado de derecho, con leyes para una convivencia justa y solidaria, pero algunas veces se hace añicos por políticos de un nivel que raya lo barriobajero. Ver a algunos personajes políticos de supuesto nivel y conocimiento, dado el lugar de responsabilidad que ocupan, escuchar sus aberraciones, (utilizando un eufemismo) en medios de comunicación tratándonos como tontos, es descorazonador.  

Se amparan  algunos en su nombre para así justificar independentismos, injusticia institucionalizada o simplemente disfrazar la realidad en el mismo parlamento. Confundimos a sabiendas la palabra libertad, parte integrante de ese estado democrático, por otra solo la propia, alejada de una sujeción a un orden. Mi libertad termina donde empieza la de los demás dijo Jean Paul Sartre.

Llegan unas nuevas elecciones, políticos de nuevo cuño y de la vieja guardia aspiran a gobernar. En sus manos está cambiar esa degradación de la democracia, de políticos corruptos por honrados, mayor independencia judicial a la hora de trabajar contra la corrupción política y financiera e igualdad social y equidad  en el trato a las comunidades respetando su diversidad. Sería imperdonable repetir los mismos errores de estos años. De momento tecnología y  márquetin de aspirantes en medios audiovisuales, con debates ¡y tu más!, tertulias más propias del Sálvame, shows televisivos e incluso comentarista madridista, no pueden suplir a la política en serio. ¡Con  lo que nos jugamos!

Daniel Gallardo Marin   

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