Este plano de Zaragoza, parcial y con
algunas ausencias, refleja los puntos de la ciudad donde hay museos, teatros o
salas de exposiciones con programación habitual en Zaragoza. Como podemos
observar son una simple mirada, es excesiva la cantidad de lugares donde de
forma pública o privada se da paso a la cultura y al arte en nuestra ciudad.
Nunca es excesivo el trabajo que se hace
por la cultura o el arte. Repito. NUNCA. Pero las equivocaciones hay que
analizarlas y reformar en lo posible sus efectos. Nuestro músculo como ciudad
tiene un tamaño y debemos racionalizarlo.
Una gran diversidad de lugares, de puntos
de atracción cultural, no siempre es positivo, pues no fija a las personas, no
crea dependencia de visita, de acudir a estos lugares para ver qué hacen hoy,
qué ponen ahora. La verdad es que tantos lugares no van acompañados de un
número de usos o visitas amplio. Y ese es el problema. Muchos lugares y pocos
usos, un gran esfuerzo de trabajo cultural que no siempre se ve recompensado
por tal vez una mala planificación.
Si que podemos decir sin duda que Zaragoza es un
gran contenedor de posibilidades, de muestras culturales. Y que deberíamos
hacer un renovado esfuerzo para que nuestros visitantes pudieran disfrutar de
nuestras exposiciones, pues eso supondría un tiempo en Zaragoza mayor. Y sin
duda hay que crear y promocionar una gran Agenda Cultural más visible, para que
todos los zaragozanos sepan además de qué hay, de qué se trata lo que hay.