La Oficina de la Década del Agua de la
ONU es esa institución que casi nadie sabe bien para qué sirve, con una
actividad muy escasa pero que sin duda da prestigio a Zaragoza. Aunque nadie se
atreva a decir para qué sirve en realidad.
Está situada en el Palacio de la Casa
Solans y en el año 2015 se acaba el contrato firmado entre El Ayuntamiento y Naciones
Unidas para que esté asentada en Zaragoza. El Ayuntamiento se ha decidido
presto no solo a intentar renovar el contrato, sino a otorgar el mismo edificio
a la ONU para esta institución, intentando que se instale de manera definitiva
en Zaragoza.
Suena muy bien si no fuera por que este
edificio es un lujo para Zaragoza, que requeriría una actividad más amplia, más
sostenible en el tiempo y a ser posible más compartida con los zaragozanos.
Pero junto a Zaragoza compiten por esta Oficina del
Agua ciudades como Bonn, Ginebra o New York. Y tenemos que entender que quien
defiende la candidatura definitiva de Zaragoza es el Gobierno de Madrid y no el
Ayuntamiento de Zaragoza. Nuestra ciudad saldría muy beneficiada si se le da
más sentido y actividad a esta institución, pero si solo es una oficinita de
escasa representación, parece excesivo continente para tan poco contenido.