El Parque de Oriente en el Barrio de
Vadorrey es un tesoro para los vecinos pues en parte lo proyectaros y ayudaron
a construir, por lo que hay una especial sensibilización a todas las zonas
verdes de este barrio. La Asociación de Vecinos de Vadorrey sigue en su batalla por
devolver el sentido y cuidado a su pequeño pulmón, el Jardín Jesús Gracia,
conocido popularmente como Parque de Vadorrey que está frente a la Pasarela del
Azud Manuel Lorenzo Pardo.
El pasado mes de septiembre entraron operarios a realizar trabajos de explanación de los caminos, dejaron montones de arena y vallas, y lo retiraron a principios de octubre. “Extendieron la tierra y hasta donde llegó. Hay infinidad de zonas en las que no se ha hecho absolutamente nada, y hay extensiones de 25 y 30 metros en las que se crea una auténtica piscina”, comenta desde la asociación de vecinos Pablo Polo.
Recientemente han vuelto a hacer llegar sus quejas al área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Zaragoza y a la Junta de Distrito. “Hemos vuelto a elevar una protesta con un informe detallado, pero en esta cuestión llevamos trabajando meses”, apunta Pablo Polo. Los vecinos quieren saber las previsiones de trabajo sobre un parque para el que piden, además del adecuado mantenimiento del arbolado y el césped, que se nivelen y compacten las superficies y se limpie y repare el mobiliario en las áreas infantiles y de esparcimiento para adultos.
Entre otras cuestiones, desde la asociación de vecinos han “constatado” la pérdida de 137 ejemplares desde 2001 hasta 2014 comparando mapas y ortofotos. “Hemos marcado exactamente los puntos donde faltan. El deterioro del parque ha sido progresivo y con el tiempo algunos han enfermado, otros los ha roto el viento y también ha habido pequeños actos de vandalismo”, explica Polo, sobre un entorno en el que predominan sauces llorones, dado que para su planificación se eligieron plantas de crecimiento rápido para que adquiriera pronto densidad, además de árboles del paraíso, moreras y cipreses, entre otras especies.
Desde la entidad vecinal explican que el Ayuntamiento les ha comunicado que se repondrán 30 ejemplares. “Son pocos porque la diferencia con la pérdida es abismal, pero somos conscientes de que no somos los únicos en la ciudad que sufren ese deterioro”, comenta Polo, que también valora la idoneidad de las especies y el lugar para su plantación: “Queremos diversidad en las especies. Ahora tenemos conocimiento suficiente para no hacer parques aburridos, queremos un paisaje diferente y creo que lo podemos hacer”, dice Polo.
El pasado mes de septiembre entraron operarios a realizar trabajos de explanación de los caminos, dejaron montones de arena y vallas, y lo retiraron a principios de octubre. “Extendieron la tierra y hasta donde llegó. Hay infinidad de zonas en las que no se ha hecho absolutamente nada, y hay extensiones de 25 y 30 metros en las que se crea una auténtica piscina”, comenta desde la asociación de vecinos Pablo Polo.
Recientemente han vuelto a hacer llegar sus quejas al área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Zaragoza y a la Junta de Distrito. “Hemos vuelto a elevar una protesta con un informe detallado, pero en esta cuestión llevamos trabajando meses”, apunta Pablo Polo. Los vecinos quieren saber las previsiones de trabajo sobre un parque para el que piden, además del adecuado mantenimiento del arbolado y el césped, que se nivelen y compacten las superficies y se limpie y repare el mobiliario en las áreas infantiles y de esparcimiento para adultos.
Entre otras cuestiones, desde la asociación de vecinos han “constatado” la pérdida de 137 ejemplares desde 2001 hasta 2014 comparando mapas y ortofotos. “Hemos marcado exactamente los puntos donde faltan. El deterioro del parque ha sido progresivo y con el tiempo algunos han enfermado, otros los ha roto el viento y también ha habido pequeños actos de vandalismo”, explica Polo, sobre un entorno en el que predominan sauces llorones, dado que para su planificación se eligieron plantas de crecimiento rápido para que adquiriera pronto densidad, además de árboles del paraíso, moreras y cipreses, entre otras especies.
Desde la entidad vecinal explican que el Ayuntamiento les ha comunicado que se repondrán 30 ejemplares. “Son pocos porque la diferencia con la pérdida es abismal, pero somos conscientes de que no somos los únicos en la ciudad que sufren ese deterioro”, comenta Polo, que también valora la idoneidad de las especies y el lugar para su plantación: “Queremos diversidad en las especies. Ahora tenemos conocimiento suficiente para no hacer parques aburridos, queremos un paisaje diferente y creo que lo podemos hacer”, dice Polo.