4.12.14

El Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza

Leyendo estos días la noticia sobre la financiación —mejor dicho— la falta de financiación de la Universidad de Zaragoza, no cabe sino pensar en la insensatez y en la mala fe de la Presidenta del Gobierno de Aragón y de su ínclita Consejera de Educación,  quienes no han sido capaces de medir la importancia de tan honorable institución, tanto socialmente, como en la economía de Aragón.

Ambas, han desarrollado una política maquiavélica contra la enseñanza pública de éste país; su gobierno prefiere mantener las pérdidas millonarias de las empresas públicas, incluso contra las órdenes del gobierno del Estado (esas si se pueden incumplir) y pagar cantidades millonarias por Motorland, sin retornos empíricamente demostrados; o a poner en marcha —por ejemplo— las obras de los hospitales de Alcañiz y Teruel, o a mejorar la maltrecha escuela pública.

Podríamos citar infinidad de situaciones en las que sí hay dinero público sustentador del liberalismo económico; la socialización de las pérdidas la justifican por el bien de la economía de mercado. Después de estrangular con sus políticas a la economía de Aragón y a las personas, ante la escasez de recursos, la cuestión es priorizar el destino de los  existentes y para el PP, la Universidad de Zaragoza, a la que no pueden manejar a su antojo, no es lo prioritario; mejor que se hunda, que entonces sí que habrá ayudas para estudios e infraestructuras  universitarias en el corredor del Gállego, y eso a pesar del lindano.

Cuestión diferente es que, una vez dotada de medios, se le exijan a la Universidad pública aragonesa eficiencia y transparencia total en el manejo de los fondos de todos.

Harían bien en el PP recordar que estamos hablando de la Universidad de Zaragoza, fundada en 1542 y con más de 40.000 miembros en su comunidad. Casi nada.

Antonio Angulo Borque - Zaragoza