Traer a este sábado de Puente de la Constitución las palabras
de Juan Martín, portavoz de CHA en el Ayuntamiento de Zaragoza, no sea lo más
correcto. Nos acostumbramos pronto a los regalos en forma de pequeñas alegrías
y un Puente parece serlo, aunque detrás haya 100.000 aragoneses sin trabajo.
Ha dicho Juan Martín que Zaragoza está
asustada, desesperanzada, agobiada, rabiosa, rebelde y harta. Y es cierto esto.
Como lo es que parte de esta rabia la dirigen los zaragozanos hacia sus
políticos. Volvió a insistir CHA en un pacto contra la pobreza infantil, como
el elemento más triste de los muchos que tenemos en la actual sociedad. Los
niños y los jóvenes, primero. Son el futuro. El resto somos de alguna manera
responsables por acción o por omisión.
Pero hizo también un llamamiento a la responsabilidad
de todos, al advertir que la única herramienta que desde el Ayuntamiento
tenemos todos para luchar contra la pobreza es el presupuesto. Aprobarlo o no
supone ayudar a que la pobreza sea más digerible. Y ahora que cada uno decida
con arreglo a lo que crea es mejor para los zaragozanos.