Esta iglesia adosada a las murallas romanas de Barcelona la
mandó edificar el Rey Jaime II de Aragón en el año 1302, monarca muy importante
en la historia del Reino de Aragón por sus decretos o acuerdos de variado tipo
en defensa de Aragón ampliando sus posesiones hasta Murcia, Córcega, Sicilia o
Cerdeña o hasta territorios en donde Aragón amplió su presencia como Túnez,
fracasando en cambio en su intento de conquista de Almería, Ceuta o Tierra
Santa.
El rey Jaime II "el Justo" dio forma consolidada jurídicamente a la Corona de
Aragón, declarando indisoluble la unión entre el Reino de Aragón, el Reino de
Valencia y el Condado de Barcelona.