En la anterior entrada hablábamos del Seminario de San Carlos como un ejemplo de edificio importante en la Zaragoza histórica. Este alero es del mismo edificio. Los aleros aragonees pueden ser amplios y con un artesonado rico o mucho más sencillos imitando al mudejar sobre todo por la utilización del ladrillo. Este es un modelo sencillo pero elegante por sus ventanales amplios que daban luz a las estancias más altas.