Con una media de 95.000 viajeros en días laborales y 50.000 los
fines de semana, cierra el año 2013 el tranvía de Zaragoza con un gran éxito
aunque algunos se empeñen en no reconocerlo y ciertas sombras bien y
urgentemente resueltas referidas a incidentes, pequeños accidentes (menos uno)
y fallos en la zona sin catenaria sobre todo que han acumulado 36 averías en el
año 2013.
Un total de 150 ciudades de todo el mundo han venido a
visitar las instalaciones del tranvía de Zaragoza como modelo a seguir, de un
total de unos 50 países, lo que nos demuestra que este medio de transporte está
en pleno auge aunque a algunos les siga pareciendo antiguo.
En las grandes ciudades hay que adaptarse a convertirlas en más
humanas, más peatonales, menos contaminantes, más sostenibles, menos ruidosas,
más baratas. Y el tranvía junto al Metro en las ciudades que puedan tenerlo es
un medio de transporte alternativo y que cumple hoy la sostenibilidad.
La historia de Zaragoza enterrada bajo nuestros pies nos
impide hacer líneas de Metro por el centro de la ciudad. Y para las zonas de
los arrabales y barrios la alternativa lógica son los cercanías o metros
ligeros de superficie que poco a poco se irán instalando en nuestra ciudad.
Falta dinero y arrestos.
Un metro ligero por el Tercer o Cuarto Cinturón, una ampliación del actual Cercanías por Las Fuentes hasta La Jota, Cogullada y Av. Cataluña hasta llevarlo a Villanueva, Zuera y Huesca será el futuro, como lo será otra línea que amplíe el servicio a Utebo, Casetas hasta Alagón y Figueruelas, o alargar desde Miraflores una líneas hasta la Cartuja y El Burgo o Fuentes con servicio a todos los polígonos industriales de la zona.