Sin duda la DGA debe tomar decisiones en el corto plazo sobre el Monasterio de Rueda, en claro abandono tras una costosa reparación que además de dignificarlo lo recuperó para todos los aragoneses y que ahora se encuentra en una situación muy compleja, con la hospedería, propiedad de la DGA y que gestiona una empresa valenciana, cerrada y con la luz cortada.
"El estado del Monasterio de Rueda clama al cielo y nadie hace nada por arreglar esta situación" nos dicen a todos los aragoneses desde la Asociación de Amigos del Monasterio de Rueda. José Manuel Navarro, presidente del colectivo vecinal que lucha por conservar la memoria de este bien patrimonial, resume el "estado de abandono, dejadez y desidia" en el que se encuentra el edificio histórico y reclama al Gobierno de Aragón, propietario del complejo, "actuar de forma urgente" para buscar una solución. El deterioro que sufre el exterior del inmueble se suma, además, a los problemas derivados de la gestión de la hospedería, que está cerrada y lleva más de un mes sin luz por impago, y de la que se encarga una empresa valenciana.
La Asociación de Amigos del Real Monasterio de Rueda ha denunciado la "evidente falta de mantenimiento" que contribuye a "agravar su deterioro", con un crecimiento sin control de la maleza mientras la suciedad va llenando el entorno, los problemas que presenta la peculiar noria o el estado de los jardines interiores, completamente descuidados. "Se han observado además algunos actos vandálicos, que han dañado el alumbrado instalado en el pavimento y algunas cuerdas que sirven de barandilla en las sendas". "La situación es pésima, y va de mal en peor", argumentan los voluntarios, "nos da mucha pena que esté así, con el dinero que se invirtió en su rehabilitación". El presidente adelanta que "hemos solicitado una reunión con Jorge Marqueta, director gerente de la Sociedad de Promoción y Gestión del Turismo Aragonés (de la que depende este espacio), para conocer cómo está la situación" y qué soluciones se pueden tomar desde el Gobierno de Aragón.
Esta preocupación por el Monasterio de Rueda la comparten diferentes instituciones de la zona. Para la presidenta de la Comarca de la Ribera Baja del Ebro, Felisa Salvador, "con el anterior adjudicatario (Arturo Cantoblanco) funcionaba a medio gas, pero ahora, con la empresa de Valencia, la desidia es total". Su estado actual, tal y como afirma, es "deprimente".
En el pleno comarcal celebrado en diciembre se aprobó instar a la DGA a que realizara una inspección ocular para que comprobase los desperfectos de este complejo. "El problema del Monasterio de Rueda es que nunca se ha sabido vender, ni ha ofrecido programación cultural que fuera foco de atracción. Es una pena que no se haya apostado por Rueda", dice. De la misma opinión se muestra Joaquina Yuste, alcaldesa de Sástago, quien recuerda que, a pesar de que el Ayuntamiento no tiene competencia sobre el monasterio, "nuestro interés porque funcione, es total".
Julio M. Puente Mateo