¿Es ya la hora de Chunta Aragonesista? En
una tierra como la nuestra —Aragón— más dados a apoyar a partidos políticos con
sedes y domicilio fiscal fuera de Aragón, esa es la pregunta que nos deberíamos
hacer tod@s.
De poco nos ha servido tener gobiernos
del mismo color allí y aquí, si nuestras eternas reivindicaciones siguen en vía
muerta. Llegan las elecciones y, estos mismos, nos expondrán las bonanzas de
votarles en una lucha desigual, entre los grandes partidos y el resto, debido a
ese apoyo económico y mediático de estos en todo el estado.
Son aragoneses —cierto— los electos de
partidos de cobertura nacional, pero con excesiva dependencia desde las sedes
de Ferraz o Génova, dependencia que les coarta y condiciona. El otro partido
generalista entroncado en Madrid —no sé si casta o no— se presenta para la DGA
en una relación amor-odio entre Iglesias y Echenique, mientras para
Zaragoza crea un galimatías llamado Ganemos, con un batiburrillo de
partidos tan dispares que unos son estatales y otros separatistas por lo
que la mezcla puede ser más que explosiva para Aragón.
Por eso necesitamos un partido autóctono,
propio, sin intromisiones externas, gobernando solo para los aragoneses,
honrado y que defienda con rasmia todo lo mucho que esta tierra puede dar. Que
llegue a acuerdos pero sin la sumisión que siempre nos limita. Que sea
cercano y que asuma como señas de identidad la cuatribarrada y el canto a
la libertad como himno reconocible. Un partido que ayude a quitarnos complejos
y miedos ante otros territorios vecinos mayoritariamente apoyados por partidos propios.
Que frene la sangría de jóvenes preparados que ven mayores oportunidades, no
solo en otros países, también en lugares que les llega todo (Madrid, Navarra, País Vasco o Barcelona).
Después de analizar el panorama político,
creo que es Chunta Aragonesista quien responde a todo esto. Desde el
aragonesismo de izquierdas da muestra de valor presentándose en solitario en
las elecciones más difíciles de prever en estos años de democracia. Es el único
partido que defiende el aragonesismo político progresista y válido.
Por eso, quien tenga en su interior un
mínimo sentimiento aragonesista puede contribuir a hacer más fuerte esta opción
política. No solo se trata de querer para nuestra tierra lo que otros vecinos
consiguen sin esfuerzo. Se trata de hacernos oír en un estado que
solo protege al que más tiene y teme. Si no somos capaces de tener voz propia,
nadie lo hará por nosotros, por eso pienso que es la hora de Chunta
Aragonesista.
Daniel Gallardo Marín