Viñeta de Pep Roig |
Dice un titular: "Rajoy, satisfecho de los resultados
electorales que le auguran las encuestas". Pues claro, la jugada va
saliéndole bien a los poderes fácticos, a los que de verdad manejan el
"cotarro". En el fondo, Rajoy
sabe que la partida de póker ya no va con él, pero por las señales de los
trileros, está al corriente de que la
estrategia funciona.
Han aupado mediáticamente a un partido que, por diversos
motivos, está destrozando literalmente a la izquierda clásica. Sin programa
definido, pero con líderes que son elegidos antes incluso de que se apruebe su
apuesta programática. Primero las personas, luego las ideas, en el caso de que
éstas sean necesarias, claro y, "si no le gustan se las cambiamos por
otras".
Por otro lado, ante la escalada peligrosa y fulgurante de Podemos,
en los últimos días, además de hacerles ver quién manda de verdad, están dando
cancha mediática a un partido de corte conservador y nacionalista español y, tan
peligroso sociológicamente como el anterior, Ciudadanos, con un líder de
cuidada escenografía y buena dialéctica,
moderno y "como dios manda", contrapunto de su "partener"
en esto de la "nueva política".
Ante la degradación en la que se van sumiendo los partidos
del sistema (PP/PSOE), de momento, el poder económico, ya tiene la fórmula cuasi
perfecta: una izquierda aturdida, su posible sustituto desideologizado y la
muleta precisa en caso de necesidad. El manejo de los tiempos y de las masas
por los medios se está convirtiendo en algo muy peligroso. Cualquier observador
se puede dar cuenta de ello. Se crean
líderes, se les alimenta, se les cuida, se les da cancha. Posteriormente, ya se
encargarán de moldearlos, resortes tienen para ello.
Pensando en global y actuando en local, entre otras cosas, en
este blog nos interesa especialmente nuestra ciudad. Poco a poco las cosas van cogiendo
color y la ciudadanía va observando, tomando nota y reteniendo en su agenda
gris por donde va cada cual, eso sí, aliñado desde los platós a golpe de jota,
zarrios o chanzas de autóctono esperpento baturril, lo que hace más fácil digerir
y sobrellevar la imagen deformada de los callejones sombríos por donde
transitan los renovados y siempre eternos salvadores del pueblo.
En Zaragoza, el día de después de las elecciones puede ser
de órdago. Puede llegar un momento que haya en nuestro Ayuntamiento, con
opciones de dirigir la ciudad (esto es lo importante), multitud de grupos políticos, unos definidos y
otros por definir, e incluso que respondan al interés personal e individual de
quién los forma.
Por otro lado, estará CHA, partido de izquierda, socialista
y aragonesista, que atiende a su programa aprobado democráticamente en sus
órganos internos y que ofrece limpiamente y sin careta su producto, que se
podrá compartir o no, pero con seriedad, responsabilidad y rigor.
También tendremos, según parece, a un partido hibrido de no
sabemos qué composición, creado al socaire de la fama de Ciutadans, cuyo origen es territorial y con
base en Cataluya, del que sabemos poco o nada en el resto del Estado, solo que
de cada diez municipios quieren dejar vivo uno.
En Aragón nos quedaríamos con 73,1 municipios. Los vecinos de Zaragoza que tienen pueblo, ya
pueden echar a correr para salvar lo poco que les quede de él, pues entre el
cambio de nombre en las notarías, los registros de la propiedad y los
catastros, no va a llegar para encalar en verano…
Y Ganemos. ¡Hay
Ganemos! Mezcla de mucho y masa de nada,
pero con posibilidad real de entrar con fuerza en el Ayuntamiento zaragozano. Gente
de todo pelaje, procedencia, condición e interés, que solo tienen en común unos
cuantos conceptos manidos que, como el catecismo que nos obligaban a aprender
de niños, repiten sin descanso: poder popular, desborde ciudadano,
horizontalidad, democracia real, empoderamiento, confluencia, hasta patria declaman
en sus actos, concepto que pronunciado desde Madrid, nos hace temblar a los
aragoneses.
Esta coalición, está compuesta por gentes que hasta hace dos
días denostaban a las organizaciones "tradicionales", pero que ahora se alían
con ellas, eso sí, no lo hacen en una sopa de letras, sino en sopa de
consonantes; por gentes de la anticasta, unidos a los que llamaban casta; por independentistas
escindidos, amigos ahora de los centralistas españoles agrupados. Gentes de
siempre, venidas de aquí y de allá, con gentes que son solo ellos mismos. Política, declarada nueva a bombo y platillo,
pero que ya ha hecho el reparto en mesa camilla de los cinco primeros puestos
entre las organizaciones participantes. En definitiva, consignas de la vieja
política. Ahí están con sus miserias y sus propias contradicciones, nada
diferente a todo lo existente. Su falacia es intentar engañar con distintas
triquiñuelas a las zaragozanas y zaragozanos y eso hay que desenmascararlo por
todos los medios. Por higiene mental.
En fin, que lo que verdaderamente importa a la ciudad y a
sus vecinas y vecinos y, quizás lo más peligroso, vendrá el día de después del
24 de mayo, ya que es muy probable que cada uno de los elegidos en esta
coalición, excepto las mujeres y hombres del "partido", opten por su
libertad verdadera y entonces sí que será divertida la nueva política, sobre
todo para la derecha. Lo triste es que hay mucho en juego como para hacer
experimentos personalistas; entre otras muchas cosas, miles de puestos de
trabajo.
Al final, el PP llevará razón, y su satisfacción puede que sea
fundada. Éstos no dan puntada sin hilo.
Antonio Angulo Borque