19.2.15

¿Se puede predecir electoralmente hoy, el mañana? Rajoy tiene datos

Viñeta de Pep Roig
Dice un titular: "Rajoy, satisfecho de los resultados electorales que le auguran las encuestas". Pues claro, la jugada va saliéndole bien a los poderes fácticos, a los que de verdad manejan el "cotarro".  En el fondo, Rajoy sabe que la partida de póker ya no va con él, pero por las señales de los trileros,  está al corriente de que la estrategia funciona.  

Han aupado mediáticamente a un partido que, por diversos motivos, está destrozando literalmente a la izquierda clásica. Sin programa definido, pero con líderes que son elegidos antes incluso de que se apruebe su apuesta programática. Primero las personas, luego las ideas, en el caso de que éstas sean necesarias, claro y, "si no le gustan se las cambiamos por otras".

Por otro lado, ante la escalada peligrosa y fulgurante de Podemos, en los últimos días, además de hacerles ver quién manda de verdad, están dando cancha mediática a un partido de corte conservador y nacionalista español y, tan peligroso sociológicamente como el anterior, Ciudadanos, con un líder de cuidada escenografía y  buena dialéctica, moderno y "como dios manda", contrapunto de su "partener" en esto de la "nueva política".

Ante la degradación en la que se van sumiendo los partidos del sistema (PP/PSOE), de momento, el poder económico, ya tiene la fórmula cuasi perfecta: una izquierda aturdida, su posible sustituto desideologizado y la muleta precisa en caso de necesidad. El manejo de los tiempos y de las masas por los medios se está convirtiendo en algo muy peligroso. Cualquier observador se puede dar cuenta de ello.  Se crean líderes, se les alimenta, se les cuida, se les da cancha. Posteriormente, ya se encargarán de moldearlos, resortes tienen para ello.

Pensando en global y actuando en local, entre otras cosas, en este blog nos interesa especialmente nuestra ciudad. Poco a poco las cosas van cogiendo color y la ciudadanía va observando, tomando nota y reteniendo en su agenda gris por donde va cada cual, eso sí, aliñado desde los platós a golpe de jota, zarrios o chanzas de autóctono esperpento baturril, lo que hace más fácil digerir y sobrellevar la imagen deformada de los callejones sombríos por donde transitan los renovados y siempre eternos salvadores del pueblo.

En Zaragoza, el día de después de las elecciones puede ser de órdago. Puede llegar un momento que haya en nuestro Ayuntamiento, con opciones de dirigir la ciudad (esto es lo importante),  multitud de grupos políticos, unos definidos y otros por definir, e incluso que respondan al interés personal e individual de quién los forma.

Por otro lado, estará CHA, partido de izquierda, socialista y aragonesista, que atiende a su programa aprobado democráticamente en sus órganos internos y que ofrece limpiamente y sin careta su producto, que se podrá compartir o no, pero con seriedad, responsabilidad y rigor.

También tendremos, según parece, a un partido hibrido de no sabemos qué composición, creado al socaire de la fama de  Ciutadans, cuyo origen es territorial y con base en Cataluya, del que sabemos poco o nada en el resto del Estado, solo que de cada diez municipios quieren dejar vivo uno.  En Aragón nos quedaríamos con 73,1 municipios.  Los vecinos de Zaragoza que tienen pueblo, ya pueden echar a correr para salvar lo poco que les quede de él, pues entre el cambio de nombre en las notarías, los registros de la propiedad y los catastros, no va a llegar para encalar en verano…

Y Ganemos.  ¡Hay Ganemos!  Mezcla de mucho y masa de nada, pero con posibilidad real de entrar con fuerza en el Ayuntamiento zaragozano. Gente de todo pelaje, procedencia, condición e interés, que solo tienen en común unos cuantos conceptos manidos que, como el catecismo que nos obligaban a aprender de niños, repiten sin descanso: poder popular, desborde ciudadano, horizontalidad, democracia real, empoderamiento, confluencia, hasta patria declaman en sus actos, concepto que pronunciado desde Madrid, nos hace temblar a los aragoneses.

Esta coalición, está compuesta por gentes que hasta hace dos días denostaban a las organizaciones  "tradicionales", pero que ahora se alían con ellas, eso sí, no lo hacen en una sopa de letras, sino en sopa de consonantes; por gentes de la anticasta, unidos a los que llamaban casta; por independentistas escindidos, amigos ahora de los centralistas españoles agrupados. Gentes de siempre, venidas de aquí y de allá, con gentes que son solo ellos mismos.  Política, declarada nueva a bombo y platillo, pero que ya ha hecho el reparto en mesa camilla de los cinco primeros puestos entre las organizaciones participantes. En definitiva, consignas de la vieja política. Ahí están con sus miserias y sus propias contradicciones, nada diferente a todo lo existente. Su falacia es intentar engañar con distintas triquiñuelas a las zaragozanas y zaragozanos y eso hay que desenmascararlo por todos los medios.  Por higiene mental.

En fin, que lo que verdaderamente importa a la ciudad y a sus vecinas y vecinos y, quizás lo más peligroso, vendrá el día de después del 24 de mayo, ya que es muy probable que cada uno de los elegidos en esta coalición, excepto las mujeres y hombres del "partido", opten por su libertad verdadera y entonces sí que será divertida la nueva política, sobre todo para la derecha. Lo triste es que hay mucho en juego como para hacer experimentos personalistas; entre otras muchas cosas, miles de puestos de trabajo.  

Al final, el PP llevará razón, y su satisfacción puede que sea fundada.  Éstos no dan puntada sin hilo.

Antonio Angulo Borque