En Zaragoza ya se están configurando las
listas electorales de todas las candidaturas, se diga o se mantengan en
suspense, con el paso atrás de algunas personas o levantando la mano de gente
nueva que viene con muchas ganas de ponerse a trabajar por Zaragoza.
Sin duda el Ayuntamiento de Zaragoza va a
tener un aire fresco que de momento no sabemos si será cierzo o bochorno,
potente y con ganas de barrer papeles o suave y adormecedor. Zaragoza necesita
un empujón tras cuatro años apagada y fuera de cobertura.
Pero un empujón que nos levante, no un
empujón que nos haga doblar la rodilla y nos deje tirados en el suelo. Las
cuentas municipales no son “bonitas” ni dejan muchas posibilidades a los que entren, pero cuando
fallan los dineros deben aflorar las ideas con más fuerza. Se necesitan políticos
con ideas, pero con ideas posibles, con proyectos que se sustenten sobre la
realidad de esta Zaragoza.
Y las posibilidades existen, aunque ahora
ya no sean los tiempos de aquellas torres maravillosas en Las Fuentes, ni de
las 7 líneas de Metro; pero tampoco de solo llenar las plazas con floreros
azules o bancos de plástico. Hay que trabajar mucho más los barrios, conocerlos
y detectar sus necesidades, generar poco ruido y trabajar mucho más acompañados
de los vecinos que son los que más saben de sus necesidades. Y sobre todo mucha
más trasparencia de cara a los ciudadanos. Hay que saber trasmitir mucho más,
pero no solo aprender sino ejercitarlo. Los vecinos de Zaragoza quieren saber.
Nota.: La viñeta de Postigo, hay que reconocerlo, es siempre genial.
Nota.: La viñeta de Postigo, hay que reconocerlo, es siempre genial.