Pocos dudamos de que la Oficina del Agua
de la ONU debe permanecer en Zaragoza y potenciar sus trabajos sobre la
importancia mundial del agua y su acceso universal. Casi diría que nadie, pues
supone una de las pocas herencias de gestión que nos quedan de la Expo2008.
¿Pero de verdad el edificio de la Casa Soláns es el
mejor lugar para su ubicación? No está en el recinto de la Expo que sería su lógico
destino. Habita un edificio histórico en un barrio zaragozano, alejado del Ebro
y sin una conexión clara con lo que supuso su nacimiento. Es un espacio muy
hermoso pero poco útil para el crecimiento básico de la Oficina del Agua. No
potencia desde su ubicación a la Zaragoza que debería mostrar el siglo XXI a
todos los visitantes. El empecinamiento del actual Alcalde no es suficiente
motivo para no replantearnos todos que una oficina de la ONU debe tener un
destino más útil, aunque no sea tan bonito el edificio que lo albergue. Y la zona de Vadorrey, La Jota y sobre todo el barrio Jesús necesitan espacios públicos para cultura o actividades expositivas o musicales o de gestión municipal.