Algunos supermercados de barrios zaragozanos, más si es para Distritos con un número elevado de familias mayores o sin una formación suficiente en matemáticas, juegan a cambiar el precio de sus productos, engañando visualmente al comprador. ¿Qué es más caro, barato? ¿Ha subido de precio o a bajado? ¿Qué es mejor comprar?
Al precio base se unen presuntas ofertas de tres por dos, o la primera unidad a un precio y la segunda al 50% o al 70% o al 30% de descuento. Trucos de marketing para que el cliente zaragozano nunca sepa el precio real de algo, para que además no pueda compararlo con el precio del mismo producto en otras tiendas de la competencia.
Es legal, el precio es libre y lo puede marcar la tienda de forma libre y como quiera. Pero debería haber un control sobre la forma de publicitar esos precios y a través de ofertas. Es ilógico que se ponga por ejemplo en mucho más grande el tamaño de letra el precio del producto al 70% de descuento que el del precio final o el del precio de la primera unidad.
Veamos algunos posibles ejemplos de esta semana en Zaragoza.
Un producto se vende a 1,80 euros.
Al día siguiente se vende a 2,80 pero en una oferta de 3X2
O al día siguiente se vende a 2,40 pero al segunda unidad va al 30% de descuento a 1,68
O al día siguiente se vende a 2,40 pero al segunda unidad va al 50% de descuento a 1,20
O al día siguiente se vende a 3 pero al segunda unidad va al 70% de descuento a 0,90
¿Cúal de estas cinco posibilidades de lo más normal en nuestros supermercados es la más barata? ¿Y la más cara?
Hay muchas maneras de quedarse con más dinero de los consumidores, y algunas son perfectamente legales. Pero los consumidores debemos aprender a no caer en las trampas. Lo mejor es de entrada, si hay dudas, NO COMPRAR estas ofertas que no somos capaces de entender bien. Es la mejor manera de que los supermercados que realizan estas ofertas, se lo piensen, si ven que no se están vendiendo MÁS sino MENOS.
Julio Puente