Deseamos hablar unos días sobre la recogida selectiva de las basuras, ahora que también en Zaragoza está sobre la mesa esta necesidad lógica de incorporar el “quinto” cubo de basura para la orgánica, pero además también impuesta desde Europa, como una medida que debe funcionar en el año 2020.
El desecho orgánico que ahora en Zaragoza incorporamos al “resto” de basura, una vez que hemos separado los cartones, los cristales y los envases, se tendrá que separar de ese “resto de basura” para crear un nuevo desecho, orgánico, que es la basura más numerosa y la más pesada de todo lo que desechamos en los hogares.
Normalmente veremos un nuevo cubo de basura, de color marrón (o gris), donde depositaremos la nueva división de basuras orgánicas, y donde irán los restos de frutas, verduras, carnes, pescados, cáscaras de huevos y frutos secos, café y restos de cocina, además de comidas que desechemos. También en aquellas viviendas que lo necesiten, tendrán que poner en esos contenedores los restos de jardinería, de animales de compañía, etc.
Los bares y restaurantes tendrán una recogida selectiva, muy posiblemente separada de la recogida general. Con todos estos componentes se fabrica o se convierten en compost para volver a la naturaleza en forma de abonos naturales. También se suele implementar con un precio subvencionado en los primeros meses, pequeñas composteras familiares de distinto tamaño, para que las familias puedan realizar el compost en su propio hogar y bajar la cantidad total de basura orgánica.
El resto de basura que hoy va al contenedor verde y que NO ES materia orgánica, seguirá tirándose al contenedor verde. Pero en mucha menos cantidad.
Debemos tener en cuenta que las bolsas que contengan este material orgánico deben ser también orgánicas, de almidón de maíz o de patata. Puede parecernos una vuelta más de tuerca en el trabajo que debemos realizar en nuestro hogar, un problema de espacio para tener las basuras, incluso un problema añadido será que vamos camino a que NO todos los días se recoja toda la basura, marcando como en muchos países, diversos días para cada tipo de basura.
De todo esto vamos a escribir un poco, para conocer procesos, sistemas de diversos países, ventajas y algunos inconvenientes. Pero desde el principio debemos admitir que es un proceso inevitable y positivo, sostenible en un mundo que poco a poco vamos convirtiendo en insostenible.
Julio Puente