Visiones
singulares de Aragón: Noria de Velilla de Ebro.
Si de algo
puede presumir Aragón en su medio rural es de muy buenos herreros. Que han
devenido en constructores de relojes de iglesia –Pallás de Lascellas-, brabanes
caseros adaptados al mallacán o naves industriales demandadas en Navarra –Lanau
y Torralba en Berdún-, remolques –Beguer de Estadilla- o tolvas para alimentación de ganado como
varias empresas de Binéfar.
Industrias
maduras, sí, pero pegadas al territorio y generadoras de unas unidades o
decenas de puestos de trabajo fundamentales. Mantienen de por sí varias
familias en cada núcleo. Sumemos a ellas las empresas de la construcción
venidas a más como Vidal de Graus, Sumelzo de Ejea, Pellicer de la Almunia…
Varias especializadas en construcción aplicada a regadío.
De la necesidad y las subcontratas de las grandes nacionales, Aragón como Tudela han hecho virtud y no es casualidad que la única feria internacional sobre aplicaciones e infraestructuras de regadío se desarrolle con éxito y altísima ocupación en Zaragoza. La FIMA lleva la fama, otras ferias cardan mejor lana.
Sumemos a
ello el esfuerzo del CITA de Montañana, investigando siempre en semillas
resistentes y eficiencia en nuevos regadíos en fincas piloto.
Israel,
California y Aragón somos punteros en esta materia. Nuestra tecnología, con
agua desalada y altos costes ambientales genera frutales en Qatar u Omán.
China, con la cuenca del río Amarillo cercana en pluviometría a la del Ebro, es
el principal mercado mundial de novedades en su slalom hacia la soberanía
alimentaria.
Por otra
parte, las ferias especializadas son un escaparate en casa para nuestros
empresarios y un punto de encuentro en Zaragoza, ciudad tranquila, que aúna
reflexión y ocio en forma de jornadas. El hospitalario Aragón es un buen lugar
para comunicarse, ya de por sí.
La Feria de
Muestras albergó nada menos que más de 500 expositores –a su vez más de la
mitad internacionales- cuyo eje temático es el tratamiento y reutilización del
agua: desde su captación, a su transporte, automatización… y uso
hidroeléctrico, las minicentrales de las que hablaremos.
Bien, hasta ahí la historia. Hablemos de los
aspectos que más me han llamado la atención en 2017:
.-
Micropantanos: el concurso de infraestructuras se lo ha llevado una ejemplar
obra de laminación de avenidas en Jaén. Un micropantano de cantos rodados que
genera una pequeña lámina de agua para regadío de olivos. La opción japonesa:
cada valle regando con un hectómetro cúbico por gravedad. Sentido común.
.- En esa
misma categoría resultó premiada la rehabilitación de noria que acompañamos. La
alucinante noria-molino-minicentral de Velilla de Ebro.
.- De entre
las 26 novedades tecnológicas con patente, dos aragonesas: Contazara y su
contador de consumo mediante ultrasonidos, para avanzar en las lecturas y útil
mediante comunicación a móvil para determinar si se ha regado, cuánto y si hay
fugas, e Iverna 2000, que ha presentado escalera de plástico no deslizante para
puertos que elimina la corrosión por salitre. Ambas empresas sitas en Zaragoza
pero que podrían estar en cualquier
cabecera comarcal aragonesa.
15/03/17 Luis Iribarren