Me gusta
mucho la línea adoptada por el Museo de Historias de Zaragoza. Tenemos la
suficiente para hacer exposiciones temáticas en torno a procesos que han
alterado la faz de Zaragoza y, por ende y como su capital industrial y
comercial, de todo el valle del Ebro y Aragón.
Zaragoza
contiene rasgos de historia completa, esa que le falta un poco a Huesca, Teruel
y otras ciudades meramente administrativas. Cuya historia y centros a su vez
les falta a cabeceras comarcales mineras o industriales.
La falta de
un punto de burguesía chic en Zaragoza se ve compensada por el brillo de
emprendedores, ideas o comercios puntuales. Que en ellos mismos representan
todo un sector y que, en general, han nutrido mercados ajenos como Bilbao o
Madrid de nuestro saber hacer. De nuestra ventaja diferencial, ciudad nada
agobiante y con tiempo para pensar.
Cafetería
Las Vegas. Diseño rockola americano de Loscertales. Retromanía palidece en
comparación. Pero también surge de esa abundancia de mano de obra especializada
en Zaragoza.
Visito con
frecuencia el Centro de Historias. Me gusta el edificio, me gusta el
restaurante, me encanta el Parque Bruil y disfruto con la sección origami cada
vez que voy. Además de que son amigos.
Así y tras la
magnífica exposición sobre moda y Zaragoza –o más bien, cómo se distribuyó la
moda en Zaragoza, tan necesaria-, llega ahora la revisión de la obra y legado
de Muebles Loscertales.
Un paseo por
el mueble de encargo de gran calidad que esta familia, por varias generaciones,
fabricó a medida para la burguesía y aristocracia zaragozana. Y en su último
devenir, incluso para la clase media generada por el Opus y “Bienvenido Mister
Marshall”, donde todavía estamos, que seguiría diciendo Azcona.
Diferentes
elementos de mobiliario creados con un diseño fascinante por Loscertales para
llenar los pisos del Paseo Sagasta, que todos reconocemos sin valorar mucho.
Tienen inequívoco aire artesanal zaragozano. Simón Loscertales, en mobiliario,
fue el Balenciaga español.
Un ramal de
Loscertales para los emigrados sorianos y del resto de Aragón ya fue “Muebles
Rey” con otras calidades y sucursales. El sector del mueble entorno a
Compromiso de Caspe y Miguel Servet, a la altura del Matadero. Antes “el Bajo Aragón o Montemolín”.
La firma
creada por Miguel Loscertales Bona en 1890, cuasi advenimiento de la primera
industria azucarera de Zaragoza, se cierra en 1995, cuasi primer gobierno de
Aznar. Subrayamos alguna de sus piezas que combinan estilos coloniales,
rústicos, de inspiración inglesa (ahora vintage) o inspirados por la Bauhaus.
Todo un
periplo. No os lo perdáis, sin salir de casa. Sabéis mi querencia por el
patrimonio industrial. Se trata de que forma parte de la ciudad donde amo
vivir.
06/03/17 Luis Iribarren