Sigue la voluntad y lucha de cientos de familias, en su lucha para que sus hijos tengan los centros de enseñanza prometidos para el próximo curso. Son continuas las manifestaciones ante la intransigencia de algunos políticos que priorizan su ego a cualquier necesidad social, en este caso relativa a la enseñanza.
El ciudadano de a pie deposita en su voto con la esperanza de mejorar su día a día. Por eso no se entiende que algunos prioricen sus fobias en un quita o pon un consejero cuando dieron el apoyo al gobierno PSOE-CHA. Ni que ese apoyo al gobierno se vea siempre truncado por imposiciones personales y jueguen con el futuro de muchas personas con su comedia respecto a los presupuestos.
Primero colocaron a su diputada Violeta Barba. Más tarde impusieron que en las negociaciones no interviniera el susodicho consejero y finalmente que desapareciera del panorama político. Quisiera pensar que en el empecinamiento de Echenique y su grupo contra Gimeno tendrá algún fundamento, pero aunque así fuese nunca será bastante para tener a la población aragonesa maniatada.
Ahora se han dado cuenta de lo estrambótico de su petición y han echado marcha atrás. Parece que el acuerdo está más cerca, pero dudo de quien contrata a asistentes y les paga (presuntamente) en negro, mientras alardea de moral con su famosa frase: “…es una vergüenza que se tenga a gente trabajando sin seguridad social”. Pero ¿de qué van?
Daniel Gallardo Marin