Hoy Heraldo de Aragón vuelve hablar de la pobreza infantil y se repiten las cifras realmente escandalosas. La crisis la siguen sufriendo los más débiles, los niños y las familias que peores condiciones tienen para defenderse de los abusos de quien tiene soluciones añadidas por sus trabajos, sus ahorros o sus propiedades.
Un niño es pobre porque lo es su familia. Y un joven sigue siendo pobre porque viene de una familia son menos recursos. Y este joven cuando se convierta en adulto seguiré siendo con más probabilidad pobre, porque se podrá defender mucho peor ante los problemas sociales, laborales o económicos, por falto de una formación suficiente, de unos recursos de subsistencia, por la imposibilidad de emprender. Es lógico decir que quien nade pobre, lo habitual es que siga siendo pobre toda la vida.
Por eso es fundamental incidir sobre la pobreza infantil en todos los aspectos. No sólo en la pobreza extrema que lleva a los niños a no poder comer caliente, a no tener un hogar en condiciones, a no poder tener libros o unos vestidos normales.
Cerca de 12.000 niños en Zaragoza viven en una situación de pobreza extrema. Otros 13.000 en una pobreza relativa. La suma es sobre la que hay que actuar con urgencia, pues suponen el futuro de la sociedad. Por eso mismo, cualquier movimiento que el Ayuntamiento de Zaragoza haga al respecto, debe ser tenido en cuenta, pues siempre supone intentar resolver un gran problema.