La compra de la marca y factorías de la americana GM y su europea OPEL, por la empresa PSA que ya agrupa a las marcas Peugeot y Citroën, ha supuesto el inicio de un pequeño susto para Aragón, que algunos ya veníamos advirtiendo desde hace bastantes años.
La GM para Aragón fue en su momento un enorme noticia y un empujón imprescindible a nuestra economía. Sin duda Aragón hoy sin haber tenido la fábrica de Figueruelas sería todavía más despoblada y pobre, y gran parte de nuestras diferenciaciones estadísticas con tierras del interior de España, vienen precisamente por las sinergias que la GM ha producido en todo Aragón e incluso con zonas colindantes.
Pero dicho esto hay que volver a recordar la asignatura pendiente, de la que nos hemos quejado desde hace bastantes años. Aragón debe prepararse para un escenario adverso en su industrial del automóvil, y la dependencia de una gran empresa siendo positiva por lo fácil, es muy negativa por lo peligroso. Todo a la vez.
Y si hay dudas, una pregunta a la ciudad americana de Detroit sirve para respondernos.
Aragón y España debería haber preparado recambio industrial a la monotemática del automóvil para todo Aragón. Y aunque ahora todavía no sucede nada importante, es momento todavía de empezar a reflexionar sobre esto, pues nos jugamos el futuro.
PSA garantiza los puestos de trabajo y el funcionamiento de las empresas españolas, pero siempre y cuando sean rentables y eficientes. Como es lógico en todo tipo de empresas. Y Figueruelas tiene todas las cartas para ser de las más rentables de Europa. Pero no es suficiente para estar de brazos cruzados.
Pues ese éxito, en gran parte por el buen trabajo de todos los integrantes de la ya vieja GM, siendo un gran activo para Aragón, no nos debe tapar la mirada al futuro, y buscar alternativas válidas al automóvil…, por si acaso.
Julio Puente