Los Presupuestos Participativos que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Zaragoza son unos ejercicios de apertura a toda la ciudadanía de en qué debemos gastarnos desde el Ayuntamiento las inversiones o parte de los presupuestos. En Zaragoza estos cambios con los presupuestos participativos desde las Juntas de Distrito los empezó realizando CHA desde 2011 en los Distritos donde ejercían la Presidencia: ACTUR y Casablanca.
En estos momentos en todas las ciudades donde gobiernan alcaldes de Podemos o similares, se han abierto no ya sólo a los presupuestos de los Distritos sino también a parte de los presupuestos generales de los propios Ayuntamientos.
Por poner un ejemplo, en Madrid el año 2016, se reservaron sesenta millones para este tipo de presupuestos. En este 2017 el Ayuntamiento de Zaragoza ha dispuesto que sean cinco millones de euros los que se van a someter a la decisión de los ciudadanos, en proyectos que entren en el Capítulo 6 del Presupuesto, es decir inversión en la ciudad, un apartado en el que llevábamos varios años sin partidas, por la crisis económica.
Para tener una idea de todo el proceso y poder comparar, podemos decir que en el año 2016 en Madrid se presentaron para esos 60 millones, un total de casi 8.200 propuestas (se quedaron en 5.284 tras agrupar las iguales), que tuvieron que ser analizadas y valoradas por los técnicos municipales. De ellas 1.658 se declararon inviables y se pasaron a la fase final 623 (no sé el motivo, los datos son de su propia web).
Se necesitaban 27.064 apoyos para ser tenidas en cuenta según su propia página web, y la propuesta “de ciudad” que más apoyos tuvo fue de 4.405 apoyos y era la de instalar nuevos puntos limpios en Madrid. Le seguían aumentar las casas de acogida para mujeres maltratadas, un plan de reforestación para Madrid, pner energía solar en los edificios municipales, comprar sonómetros, poner mas fuentes y urinarios en Madrid, aparcamientos para bicis, tejados verdes y placas solares en octavo lugar con 2.949 votos.
Participación muy baja, más si tenemos en cuenta que en Distritos las propuestas “de Distritos” la participación fue todavía más baja. En Centro con 130.000 habitantes la propuesta más votada fue para equipamiento musical en los colegios públicos del barrio con 786 votos. O en la Latina con 240.000 vecinos la propuesta más votada fue de mejorar patios escolares con 551 votos. En Fuencarral por poner un último ejemplo la propuesta ganadora entre sus 235.000 vecinos fue un nuevo campo de rugby con 532 votos.
En Madrid con 3.165.000 de habitantes censados (unos 2.750.000 con derecho a voto), en la Fase de Apoyos participaron 22.390 personas con un total de 168.811 apoyos, pues cada persona podía votar cuantas ideas o proyectos considere oportuno. En la Fase de Votación hubo 32.725 personas, con un total de 234.428 votos.
En Madrid con 3.165.000 de habitantes censados (unos 2.750.000 con derecho a voto), en la Fase de Apoyos participaron 22.390 personas con un total de 168.811 apoyos, pues cada persona podía votar cuantas ideas o proyectos considere oportuno. En la Fase de Votación hubo 32.725 personas, con un total de 234.428 votos.
Por eso en Zaragoza no se desea poner un límite por abajo para que una propuesta sea tenida en cuenta o rechazada. La participación es muy escasa y además y como más grave, no es igual en todos los segmentos de la población. Con este sistema estamos marginando directamente a una gran parte de los ciudadanos que nunca van a poder votar con estos sistemas, aunque se diga que sí y se pongan ordenadores tutelados en las Juntas de Distrito para este fin. La brecha digital es una realidad triste.
Se puede decir que 531 votos de ciudadanos de Fuencarral deben tener más valor que los 57 concejales del Ayuntamiento. Y estaremos entrando en un nuevo sistema de gobierno sin políticos, que es ya muy viejo y tiene su nombre, y que simplemente deberíamos decirlo con dos bemoles. Los 57 concejales de Madrid o los 31 de Zaragoza son representantes de TODOS los ciudadanos de la ciudad. los otros son a título individual o en representación de no se sabe qué organización. Si es eso lo que se quiere, no sucede nada, excepto que se diga y se someta a votación. Y gana el sistema de gobierno de todos los ciudadanos, en vez de con los representantes de los ciudadanos. Que no haya miedo en presentar como forma de gobierno, algo que ya es muy conocido pues tiene más de 500 años y siempre se ha llamado anarquismo. Y no en sentido peyorativo, sino como filosofía política con mucho material escrito y éxitos claros. Sí, también con fracasos.
Julio Puente Mateo