14.11.16

Aragoneses: Perico Fernández y Maradona

Con el Real Zaragoza por fin menos deprimido, se nos ha ido Perico Fernández de forma anunciada pero atrozmente anónima, o sutil… Y ha tenido quien le escriba.
Y como con la exposición del Sepu-Gay y el traslado del comercio zaragozano a franquicias de Puerto Venecia, se nos ha ido un personaje insustituible. Todo un sector de Aragón.
Parte de la Zaragoza ye-ye zaraguaya, parte del pueblo y de la clase medio-baja-baja del averno, que se inventaron Franco y los tecnócratas. Nuestros hijos y nietos desesperanzados han recibido la herencia de ninguna España de los usufructuarios de su bandera.
Perico: sujeto de devoción y adoración como Maradona, por su imperfecta pero fascinante humanidad. Persona que nunca inspiró indiferencia, su mejor amigo José María García.
Con Legrá, con Evangelio, con la tauromaquia, con la Copa de Ferias… exponente de nuestro tardofranquismo maño que, biológicamente, estaba condenado a morir pero que siempre se regenera hasta la más mínima paralización de ordenanza del IBI. Trump es una broma comparado con esto, es un self madelman.

Perico pintor, tenía su gran punto en común conmigo: Hopper. 
No le faltaba mirada de mala hostia goyesca, ya tenemos dos.
Me inspira ternura Perico Fernández como a mucha gente. Subsistió y emergió para el boxeo como expósito del Hogar Pignatelli, actual residencia del Gobierno y Presidentes de Aragón. Desde el fracaso escolar y desde la educación de la calle, tan minusvalorada. La única que de verdad muchos tuvimos, provinentes de familias “estructuradas”, nuestras madres sin saber nada de los verdaderos deseos ocultos de nuestros libérrimos padres. Total, parecido a Perico.
Pero lo suyo no deja de ser una gran greguería: donde él vivió se estudia ahora el porqué del actual fracaso escolar de la abundancia.
Y como tantas personas muy humildes, era de una palabra y así le fue. Le diferencia de Maradona la democracia cristiana española: las favelas y las Villas Fiorito nunca las hemos podido estomagar. Por lo demás, igual devenir, igual intoxicación por éxito, igual consideración de príncipe del pueblo obrero, los paganos de la transición.
La fascinante biografía de Perico, entonces sí que se viajaba. Desde la nada como Maradona, a la conquista del mundo. Tiene que dejar huella, no solo parkinson. Es un parkinson vital.

Además de subrayar su condición de expósito, me llamó la atención como en otros personajes de la época, Marujita Díaz dixit, su derrote hacia la pintura con resultados de lo más expresionistas.
Es suficiente por hoy. Habrá que volver a su figura zaraguaya y a la Zaragoza de la transición democrática. La de Labordeta, Violeta, Bolea Foradada, Celorrio, Andalán, los zaraguayos y la finalización del pleno empleo, el Fuero del Trabajo y el curro para toda la vida de nuestros padres, que veían en la carrera de Perico un espejo.
Ahora toda esa España que parece cutre, del boxeo, de los toros, del primer Raphael, de las orquestas ye-ye de los pueblos, afortunadamente empieza a ser revisitada con otros ojos (será porque España siempre ha sido una broma surreal y negro oscura de Dakar).
Pero Perico ha llegado tarde para un mayor reconocimiento de toda la sociedad aragonesa. Esperemos que su entierro y su legado se parezcan levemente al de Cassius Clay y sea un motivo de reconocimiento y orgullo para la dependiente sociedad aragonesa.
14/11 Luis Iribarren