21.11.16

A la pizza de Aragón le sobran ingediente y la falta salsa

El director del Periódico de Aragón, Jaime Armengol, escribía ayer sobre la decepción que produce la izquierda aragonesa, dando desde su artículo algunos apuntes que deberían preocuparnos. Es cierto que sin proyecto válido de la izquierda no es posible completar el espacio democrático de la sociedad, y en estos momentos toda la izquierda está naufragada en un mar curiosamente calmado. Habla de revoltijo, pero la realidad es que de momento no hay sopa de pescado, sino acaso, una pizza donde cada ingrediente conserva mucho de su sabor principal, sobre una excelente base que es Aragón.

No queda claro si en estos momentos existe IU, y de existir como tal, deberíamos también sumar al PC, a ZeC e incluso a Puyalón que en las últimas semanas se está ocupando de ocupar. Para con todo este conjunto de personas de izquierdas —algunas muy válidas otras no tanto según mi parcial opinión— hay que sumarlas al Podemos que se mueve por terrenos cuando menos complejos de entender.

Tal vez precisamente ese sea el problema, que hay tal número de jugadores, de ingredientes, que no somos capaces —casi nadie— de entender el tipo de juego que practican. ¿Quien contra quien?

Sin duda están CHA y el PSOE fuera de ese marasmo que suma y quiere avanzar, mientras no se hace lo que se debería por Aragón. La posición de CHA y del PSOE es de observancia y preocupación, no tanto por ellos como por la sociedad aragonesa, que es la que realmente sufre los desencuentros. Pero observar lleva un tiempo que ya se ha acabado. Ahora toca explicar y ponerse a liderar Aragón. O te lo liderarán otros.

Aragón se la juega en los próximos años. Y eso lo venimos señalando con preocupación en este blog, desde hace ya un par de años. España se va a ver modificada. Sin duda la solución a Cataluña pasa por modificar ese concepto de España que para algunos parece inamovible pero que tiene que adaptarse o sufrir. Y Aragón debería estar muy atenta a esa modificación.

Sobre todo, lo que es muy necesario desde la izquierda aragonesa, no es tanto ponerse de acuerdo entre todos nosotros, —algo imposible— como sentar un banco de ideas de progreso, que no engañen a la sociedad con imposibles posibilidades, y que sean capaces de tras diagnosticar —que es lo fáci— determinar qué tratamiento necesita Aragón.

La despoblación y el respeto hacia Aragón son dos asuntos prioritarios y que se tornan imposibles y además silenciosos en su daño. La Educación Superior —Formación Profesional y Universitaria— deben ser un objetivo prioritario para sentar las bases de una nueva economía productiva en Aragón. La nueva economía asentada sobre los pilares de una nueva relación laboral es otro pilar fundamental. Más emprendedores aragoneses y desde Aragón.

Tenemos que explorar nuevos procesos productivos más novedosos, añadiendo valor al campo, a las nuevas tecnologías, al hierro y al motor, al turismo y a nuestra posición geográfica. Ya no se trata de fabricar sino de diseñar, de sacar valor añadido a lo que se pueda laborar, sea en ganadería, productos agrarios, comerciales, de distribución, de energía o de servicios a las personas.

Y aquí no veo a la izquierda aragonesa planteando ideas, ni tan siquiera experimentos. Nos debatimos en discusiones ideológicas que aburren a la sociedad, cuando no en microproyectos sociales que en muchos casos se sobreentiende obligatorios. Aragón necesita un impulso inmenso y muchas veces demostramos caminar a menor velocidad que el pasado y por eso nunca llegamos al futuro.

O somos desde la izquierda capaces de ponernos a pensar, como paso previo para ponernos a trabajar, o solo trabajará la derecha.

Julio Puente Mateo