Para celebrar el Día de Todos los Santos os dejo una imagen del Rabal zaragozano, de la zona del Barrio Jesús, como muestra de que en 25 años todo ha cambiado, de que el tiempo pasa y no somos inamovibles, de que la muerte llegará pero a cambio se mantiene la vida, el movimiento contínuo, los cambios en todos nosotros. Somos frágiles, las ciudades también. Pero somos capaces de hacer lo mejor…, y lo peor, mientras estamos pasando por estos lugares. Depende de nuestras acciones.