Ayer unas tres mil personas salieron a la calle en Teruel para reivindicar la mejora de la línea férrea Zaragoza-Teruel-Valencia y la construcción del corredor de altas prestaciones Cantábrico-Mediterráneo, que ayudaría a vertebrar mucho mejor hasta cinco comunidades autónomas con un total de once millones de personas habitando en ellas.
A su finalización y 'abrazando' el edificio del apeadero de Renfe sonó para todos los presentes el Himno de Teruel de la Ronda de Boltaña y el Himno a la Libertad de José Antonio Labordeta. ¿Saben lo que es necesario para lograr sacar hasta 3.000 personas de una capital del tamaño de Teruel?
La protesta ha logrado el mayor consenso político y social que se recuerda en Teruel y ha dejado patente la unidad que existe entre territorios a la hora de reclamar "un ferrocarril digno". Además del alcalde de la ciudad, Manuel Blasco (PP), han estado sus homólogos de Zaragoza, Pedro Santisteve (ZEC); de Huesca, Luis Felipe (PSOE) y de Sagunto, Quico Fernández (Compromís) más representantes orgánicos e institucionales de CHA acudiendo en nombre del Gobierno de Aragón el consejero de Vertebración, José Luis Soro. Asimismo, la Generalitat Valenciana ha enviado al director general de Obras Públicas, Carlos Rodrigo, para participar en la protesta. Organizaciones sindicales y empresariales, así como diversos colectivos sociales han apoyado también la manifestación, convocada por la Plataforma en Defensa del Ferrocarril, Teruel Existe, la Serranía Celtibérica y la Federación de Asociaciones Vecinales de Teruel.
Alcaldes y representantes institucionales de Aragón y Valencia encabezaron la manifestación sujetando una pancarta en la que se leía “Unidos en defensa del ferrocarril de Teruel”. Un segundo cartel con el lema “Cantábrico-Mediterráneo, ya” era llevado por políticos de todos los partidos y presidentes comarcales mientras que en una tercera pancarta tras la cual caminaban agentes sociales y económicos se leía “El viejo corredor se muere y el nuevo no puede esperar”. Algunos manifestantes portaban un cartel que decía “Provincia declarada de abandono nacional” mientras un grupo de niños de Teruel abría camino en la manifestación con un tren hecho de cartón.