El copago farmacéutico que implantó el Partido Popular además de ser una injusticia mal resuelta, sobre todo nunca fue bien explicada y sólo creó confusión, miedos, problemas y dudas, cuando en realidad ha sido un sistema que debería haber servido para ayudar a los que más necesitan una farmacia gratuita, a costa de los que por sus ingresos aunque sean jubilados y pensionistas, tienen más ingresos que muchos trabajadores que tienen que soportar un copago farmacéutico bien conocido.
A partir del próximo martes los pensionistas aragoneses no tendrán que adelantar pagos por cuantías que no les corresponden en el copago farmacéutico, siempre que utilicen el sistema de receta electrónica casi totalmente implantada. Con el comienzo de cada mes, volverán a aportar hasta llegar de nuevo a su tope.
El copago farmacéutico, una medida que fue establecida a partir de un real decreto por parte del Gobierno central, entró en vigor en julio del 2012. De este modo, se establecía un pago máximo por persona en las recetas, dependiendo del nivel de renta del usuario. Para el año 2015 esos topes son los siguientes:
Los pensionistas aragoneses abonaban la cuantía íntegra de sus fármacos en la farmacia y la cantidad que excedía del máximo anual por persona se les ingresaba en su cuenta bancaria en un plazo de tres meses. Mediante este sistema se evitará, en la mayor parte de los casos, que los pensionistas tengan que adelantar un importe, que ascendía globalmente a entre 400.000 y 500.000 € al mes, para que le sea posteriormente reintegrado. Algo que queda solucionado como es lógico y de sentido común.
Para lograrlo, los Colegios de Farmacéuticos de Aragón han tenido que realizar un esfuerzo suplementario y adaptar sus sistemas informáticos para hacer posible esta modificación. Este nuevo sistema solo será posible para aquellos usuarios que utilicen el sistema de receta electrónica, algo que se produce en la mayoría de los casos. Así, en el mes de octubre, más del 92% de las recetas facturadas por las farmacias a pensionistas fueron electrónicas.
Para recetas en papel, el 8% restante (principalmente las recetas que se expiden desde Urgencias o desde Atención Especializada), la farmacia cobrará la aportación que corresponda sin tope y las cantidades que superen estos máximos se reintegrarán por parte de la Administración como se venía haciendo hasta ahora. En estos casos se aconseja a los usuarios que guarden siempre el ticket de la farmacia y las copias de las recetas en papel para comprobar que el cálculo es correcto y poder reclamar en el caso de que no lo fuera.