La despoblación en Aragón no solo es un gran problema
económico, sino sobre todo social y de futuro. Acrecentado sobre todo en las
localidades más pequeñas que van cayendo a una velocidad imparable.
En el año 2004 contaba Aragón con 139 pueblos que tenían
menos de 100 habitantes. En el año 2014 son 171 los pueblos con menos de 100
personas censadas. Si a esto añadimos que parte de este censo es falso pues no
están todo el año viviendo en su zona de censo o incluso hay personas censadas
que no suelen vivir en la localidad y lo hacen o por cariño o por ahorrarse
impuestos, el dato es aun más negativo.
Se mantienen muy bien casi todas las localidades de más de
1.000 habitantes, con diversos casos que en su momento analizaremos, pero hay
grave problema de mantenimiento para los pueblos menores de 200 habitantes, si
no en el corto plazo si en el medio. Y no tanto como lugar de disfrute y uso en
fines de semana como de entes con vida continuada y con los servicios básicos
de todo tipo de comunidades habitadas.
Un ejemplo de las disfunciones poblacionales (y no es de las
más importantes) la podemos encontrar entre Cariñena y Longares, ambas ciudades
muy cercanas que en el año 1900 tenían 3.313 en el caso de Cariñena y 1.306 en
el caso de Longares.
Longares se mantuvo bien hasta los años 1960 para caer
después hasta los 903 habitantes actuales, mientras que Cariñena ha aumentado
hasta los 3.537 censados. Un ejemplo de cómo entre territorios vecinos, con
sistemas productivos muy parecidos y territorios similares, evolucionan de
distinta forma. Incluso en este caso la cercanía a Zaragoza es mayor en
Longares que en Cariñena.
Mientras en un siglo Aguarón ha perdido dos tercios de sus habitantes,
o Aranda de Moncayo ha perdido casi el 90% de los suyos o Sos del Rey Católico un
80%; Calatorao o Caspe han ganado un 20% o Ejea de los Caballeros ha triplicado
su población y Tauste ha ganado un 50%. Ejemplos varios que nos deben guiar
para entender mejor por qué Aragón está despoblado. Qué hacemos mal y qué
debemos modificar, y aprender de algunas comunidades vecinas en vez de
quejarnos solo con planteamientos clientelistas.
No intentar remediar este problemas de la despoblaciçón y tratar solo de ofrecer mejores servicios a las zonas afectadas es un parche que no nos conduce en el futuro a ningún lugar positivo como territorio. Sin duda ayudar hoy es una solución en lo personal a problemas sociales y que no debe dejarse, pero se debería planificar el futuro con planteamiento de repoblación, reindustrialización, buscando alternativas diversas.