El Instituto Aragonés de Fomento IAF, es un ente público de Aragón y creado por su Gobierno para analizar todo
tipo de mejoras que sean beneficiosas para sus empresas y por ello para Aragón,
buscando la mejora de la competitividad, la innovación, la eficacia y
excelencia, el comercio electrónico, la exportación, los controles de calidad
total, la internacionalización de todos sus procesos y la mejora de la
logística en las empresas aragonesas.
Es concebido como una agencia pública de desarrollo
regional, tomando como referencia un modelo homologado, contrastado y ampliamente
extendido entre los países desarrollados, cuya finalidad última es constituirse
en instrumento ágil y eficiente que actúe como promotor y receptor de
iniciativa y actividades que puedan contribuir a un desarrollo integrado de
Aragón, ayudando al mercado empresarial y con ello a la economía de Aragón.
Entre sus funciones está la de favorecer el desarrollo
socioeconómico de Aragón, el incremento y calidad en su empleo, corregir los
desequilibrios territoriales entre Comarcas, promocionar proyectos de innovación
e inversión, participar en accionariado de empresas u ofreciéndose como
avalista ante inversiones necesarias, apoya en la gestión y estas empresas,
promocionar y ayudar en servicio para las PYMES, realizar estudios de mercado,
promocionar la economía productiva aragonesa, ayudar ante los mercados
exteriores, asesorar técnicamente a quien lo demande, apoyar en las
negociaciones financieras que se planteen para lograr objetivos de innovación o
cualquier otra función que se estime beneficiosa para la economía productiva de
Aragón. Amplísimo campo, que a veces se solapa con el que ya realizan las
Cámaras de Comercio.
En estos momentos y tras diez años de trabajo acumulan unas
2.100 empresas asociadas, unas 100 entidades colaboradoras en diferentes niveles
y a más de 30.000 asistentes a los diversos congresos, cursos o talleres que se
han ido planteando en estos años. En estos tiempos fomentar es casi con toda
seguridad innovar, y adentrarse en caminos nuevos que sean capaces de abrir
nuevas posibilidades. Por ello todo lo que se intente en estos campos es poco y
debe contar con la ayuda pública. Si rascamos un poco veremos a qué tipo de empresas está ayudando y las muy pocas de ellas que se encuentran en Zaragoza, como si Zaragoza fuera una isla que no perteneciera a Aragón o no necesitaran las empresas zaragozanas ninguna ayuda. Por cierto en Zaragoza ciudad viven más del 50% de los aragoneses.