En Madrid están estudiando la posibilidad de acotar más el
tráfico particular por el centro de la ciudad como ya sucede en numerosas
ciudades europeas y americanas. En
Zaragoza tenemos zonas que son auténticos puntos conflictivos que poco a poco
se van tornando más pacificados tras algunos cambios suaves (o no) que logran
restar vehículos del centro de la ciudad.
Pero hay dos decisiones urbanas importantes que se deben
acometer con sumo cuidado en todo tipo de reforma del tráfico particular.
1/ Mejorar los servicios públicos de transporte urbano
2/ Facilitar el acceso al comercio de las zonas céntricas
donde restamos vehículos privados.
Nada se haría bien en las ciudades si restar coches del
centro de las ciudades no llevara una mejorar sustancial del transporte urbano.
Y mal haríamos también si no analizáramos que para que los centros urbanos no
se nos mueran hay que llenarlos de personas y de servicios, pues ambos deben
convivir para dotar de sentido la convivencia urbana. El equilibrio es decisión
de los técnicos con ganas de analizar, algo que no siempre es sencillo de
encontrar en nuestra Zaragoza.