La escultura Splash de la Expo 2008 de
Zaragoza es una gran obra de arte realizada a partir de una idea de los
diseñadores del Program Collective formado por: Mona Kim, Todd Palmer, Olga
Subirós y Simon Taylor, titulada “Agua para la vida” y montada en el interior
del Edificio “Torre del agua”.
El trabajo de realización desde un diseño por
ordenador corrió a cargo de Pere Gifre quien realizó 135 piezas distintas
unidas por cables a la zona superior del edificio, simulando una gota de agua
al caer e impactando sobre una superficie.
Su enorme altura, más de 21 metros y
su impacto visual fue un referente durante la Expo y una de las obras
artísticas que más se recuerdan de aquellos meses.
Pero apareció algún iluminado con voz y
voto y decidió trocearla, desmontarla y llevarla a un gran almacén no se sabe
bien con qué finalidad. Se habló de instalarla en la Estación Delicias y se
aplaudió la idea desde distintos lares, hasta que otro iluminado midió con un metro
y se dio cuenta que no cabía la escultura en el edificio de Delicias.
Ahora se está reparando y preparando
para su montaje otra vez en el edificio “La Torre del Agua”, eso si una vez
trasladada hasta una empresa de Madrid, que es quien la repara, y la volveremos
a colocar en el edificio original, en busca de alguna alternativa original que
le de sentido a todo el conjunto. No, no, está prohibido pensar y criticar, no
merece la ocasión ni la pena.
Efectivamente Splash es una gran obra
de arte que debe estar en Zaragoza, dentro de su edificio original. Como
efectivamente deberíamos haber sido más listos y no haberla desmontado nunca.
Lo curioso es que quien dio las órdenes sigue dándolas en otros apartados
urbanos de Zaragoza.
Desde 2008 hasta el 2014 (se debería haber
hecho antes) han pasado casi 6 años y
nadie ha sabido encontrar un destino a los edificios emblemáticos de la Expo
2008. No es un misterio, es una muestra más de la inoperancia. Que no se ponga
la excusa de la crisis por favor, suena a mentira, estamos hablando en algunos
casos de simple mano de obra de vigilancia, conserjería y guía. Tener abiertos
algunos edificios llenos de contenidos expositivos de Aragón para los turistas,
al menos los fines de semana, era algo muy asumible por los departamentos de
Turismo de la DGA o Ayuntamiento.