Ayer volví a pasear por el barrio de Arcosur en Zaragoza,
del que hacía demasiados meses no tenía una visión actual. Me sorprendió la
auténtica incapacidad (ya imposible) que tenemos todos para resolver el problema creado, y lo siento por
las miles de familias que allí viven y vivirán. Ciudadanos de Zaragoza que
cayeron en un error provocado por los que no saben diseñar el urbanismo de una
ciudad mediana.
El finalizar el tranvía, uno se encuentra a la derecha con
bloques de dúplex bien realizados con hermosos y amplias terrazas y pequeños
jardines, que apoyan la idea (acertada o no) de unas formas de vivir distintas.
Bien, que cada uno elija está muy bien.
Pero al levantar la vista uno se encuentra a la izquierda
con los primeros bloques de Arcosur a un kilómetro de la nada y que entregará
Lobe en breves semanas, para que la vista se nos vaya poco a poco hacia el
fondo de los montes buscando edificios y bloques que se van alejando,
desperdigados por toda una inmensa zona erial. ¿Es una broma? ¿no es posible
castigar al que crea edificios en el quinto coño dejando vacíos todos los
terrenos que están más cerca de la zona consolidada, para que así luego le sea
más fácil vender y hacer negocio con los
más cercanos? Puto negocio a costa de los más débiles. Pero es que son
edificios altos de 8 alturas, no son una nueva forma de habitar, son la
repetición de lo que hay en todos los barrios del mundo, edificios dormitorio
sin gracia en donde apilamos familias, pero muy alejadas de su ciudad. No tiene
nada que ver con los dúplex anteriores. Excepto que los vecinos deseen vivir
alejados de la ciudad y sin servicios pero en edificios de ciudad aburrida.
Entendería este barrio con casas bajas, con jardines particulares, con grandes
terrazas al monte, con huertos urbanos y particulares que permitieran una vida
diferente. ¿Pero edificios colmena como en las ciudades desmesuradas y alejado
de la gran ciudad? ¿Donde está la gracias, que soy un soso y no la encuentro?
Castigamos a los primeros vecinos entregándoles las
viviendas más alejadas de la ciudad y poco a poco, en las sucesivas décadas,
irán edificando nuevos solares hoy vacíos y los nuevos vecinos estarán más
cerca de Zaragoza que los colonos primeros. ¿Es el Oeste aragonés pero sin
vacas?
No hay comercio, no hay servicio, no hay rentabilidad para
que se creen nuevos locales con servicios, pero es que además no hay ni locales
vacíos suficientes. Todo está diseñado para el Gran Supermercado en terrenos
vacíos, que solo se edificarán cuando haya tantos vecinos como rentabilidad
posible entreguen a los que invierten. Les importa tres huevos las personas,
solo quieren SU negocio. Es el mercado libre, nos dirán.
La broma más sarcástica es el campo de golf. Eso es de
premio gordo. Entre la zona final del tranvía y las primeras casas (y las
últimas) está un gran espacio de verde casi seco que debe ser en el futuro un campo
de golf. ¿Por qué lo hemos planificado, diseñado delante del barrio sin hacer?
¿Es necesario que todos los vecinos tengan que andar un kilómetro al menos por
un campo de golf, bordeándolo antes de llegar a su casa? ¿no era más lógico
hacerlo detrás de los edificios y no delante? Los campos de golf inmersos
dentro de una urbanización de chalet tiene sentido, si es de chalecitos tiene
lógica funcional, pero delante de grandes edificios de dormitorios tiene mala
baba. En los primeros que comento, por ser vecino de la urbanización puedes
practicar el golf por el morro. Aquí, encima, tienes que pagar. ¿Le damos algún
premio al que diseñó Arcosur? Lo siento por la acidez, lo siento por los
vecinos entre los que tengo algún amigo. Pero alguien debería pedir perdón.