18.9.16

Las bicicletas son para respetarlas y para convivir

El futuro del transporte en el interior de las grandes ciudades es de la bicicleta, incluso diría que ya es el presente en Europa, al que se está subiendo España y sin duda Zaragoza. Pero todavía nos falta alcanzar algunos retos. El urbanismo de calidad debe cambiar el concepto del coche como herramienta para moverse dentro de las ciudades, con todo lo que supone cambiar estos hábitos, en educación pero también en dotar de más servicios urbanos a los peatones y ciclistas.

Esta imagen de arriba es de Múnich en esta pasada semana y es el cruce de un simple semáforo. Los ciclistas a las 11 de la mañana eran más que los peatones. Es el centro de la ciudad junto al Parque Inglés. Los ciclistas en las ciudades europeas son de todas las edades. De todos los oficios. Utilizan bicicletas privadas en casi todos los casos, alquilan bicicletas en otros con sistemas parecidos a nuestro BIZI. Los lugares para aparcar o para dejar las bicicletas son siempre encima de la acera. Ahora ya, se sujetan con cadenas, hace un par de décadas no. Encima de las aceras, pero en los lugares más anchos y donde no molestan.

En estos países todo el mundo entiende que los carriles bici son como los de coche, es decir, son carriles donde la bicicleta tiene preferencia y el peatón se cuida mucho en NO pisarlos, para no ser atropellado. Los carriles bici están dentro de las aceras, en un diseño claramente como el de Zaragoza. Lo hemos copiado.

No tocan el pito, los ciclistas alemanas al menos, no gritan, simplemente frenan y se dan cuenta de que quien le ha obligado a frenar no es alemán, pues ellos, que suelen ser también ciclistas, cuidan mucho no no molestarse. Hay bicicletas normales pero con caja o portón detrás en muchos casos, llevan a sus niños o van solos, y en algunos lugares públicos el número de bicicletas aparcadas son cuando menos curioso.

El coche ya no cabe en las ciudades grandes. Ni por contaminación, ni por coste, ni por tiempo, no por modernidad. ¿Dónde los aparcamos cuando acudimos a lugares públicos concurridos o al centro de las ciudades? ¿Cuántas bicicletas se pueden aparcar donde cabe un coche?

La convivencia entre usuarios de las aceras debe mejorar en Zaragoza. Los carriles bici no deben estar en todas las calles de las ciudades, pero sí dotarlos de más respeto por parte de los peatones. Si un ciclista tiene que dar más vuelta por no poder circular en ciertas vías, lo debe comprender y no utilizar las aceras sin carriles, como tampoco emplean las aceras los coches para ir de un sitio a otro. Para una bicicleta cambiar de calle puede suponer medio kilómetro más de recorrido total, que es poco tiempo y muy poco esfuerzo. A cambio el peatón podrá saber que por sus aceras nadie puede circular fuera de los carriles bici, que hay que respetar por seguridad.

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