16.3.16

Cosas de Javier, Pedro, los Pablos, José Luis, José Antonio y Alberto

Encrucijada, la del Presidente aragonés Javier Lambán. Por un lado tiene que mantenerse fiel a su presidente Pedro Sánchez pero, por otro, no traga con la imposición de Ciudadanos para suprimir las diputaciones provinciales, el único partido que apoya al líder socialista en su empeño por ser investido presidente del gobierno. Alegó Javier Lambán motivos de agenda para no estar presente en el debate de investidura en el día más importante del líder de su partido, pero es que el actual presidente del Gobierno de Aragón defiende las provincias por convicción tras su pasado al frente de la DPZ  durante tres legislaturas, por lo que no entra en su agenda eliminarlas.

Insta a Pedro Sánchez a arrimarse a Podemos, pese a lapidarlo Pablo Iglesias en ambos debates de investidura. En su rogativa, solicita de Sánchez que busque su cariño, pelillos a la mar y deje al pobre Albert Rivera con el corazón partido. Lambán en su camino —no precisamente de rosas en esta legislatura— necesita a Pablo Echenique, a pesar de que el líder podemita deja siempre el posible apoyo en la cuerda floja.  

El desacuerdo Sánchez-Iglesias podría repercutir en la relación con Podemos Aragón, no se enfaden estos y lo planten a mitad de  ruta. ¿Qué hacer cuando contradecir  a cualquiera de ellos le puede traer algún problema al de Ejea? El ejemplo de su socio en el gobierno, el consejero Soro de CHA, que hace de la coherencia su principal aliada podía valer como ejemplo.

Por ahora le vale el hecho diferencial de que Aragón en eso de la gobernabilidad es otra historia. Aquí no pintan líneas rojas; somos buena gente y “calladicos”. Y hablando de Pablo Iglesias, si me preguntan a mí, viendo el esperpéntico debate de algunos en el Congreso, incluido él, y otros desde sus butacas, me dieron ganas de decirles “a la mierda”, evocando a mi querido y añorado José Antonio Labordeta.

Daniel Gallardo Marin