Este fin de semana se ha celebrado para popularizar el
consumo interno de trufa –buena idea de la denostada Diputación oscense, por
Sánchez-, - el certamen Trufa-te en Binéfar. Mala suerte de mal tiempo. Si no
más gente nos hubiéramos podido acercar. Pero se ve, como la Feria de Sarrión,
el carácter local o nacional de estas iniciativas.
También este fin de semana se ha publicado artículo sobre la
necesaria potenciación de Aragón como destino relacionado con alto turismo de
trufa. Estas dos noticias han provocado que me de una vuelta por la red para
“ver” cómo se publicitan las dos potencias tradicionales y por ello
consolidadas trufícolas de Europa.
1.- Perigord.
Ya de por sí dar una vuelta por Sarlat merece su visita pero
france.fr, nada menos, la
gran agenda turístico cultural, dedica esta entrada traducida… Aragón paraíso
gastronómico por reivindicar…:
“El Périgord es una
tierra de Jauja donde la glotonería nunca se castiga. Abundan las especialidades:
el tournedos Rossini, la salsa Périgueux, las patatas Sarladaises (con setas),
huevos revueltos con trufas, la “Mique” (a base de harina, huevos, levadura de
pan y leche), que está deliciosa o el “Tourin a l’ail” (sopa de ajo) y el foie
gras.
La importancia del
entorno rural ha permitido elaborar productos de calidad y, por tanto, ganarse
la reputación de capital del arte de vivir a la francesa ofreciendo una cocina
de gran riqueza.
La joya de la
gastronomía de la región es la trufa negra del Périgord, muy aromática y que se
utiliza desde tiempo inmemorial para realzar las salsas y los rellenos... A
partir de diciembre, toda la producción local es presentada en los mercados de
Sorges, Périgueux, Excideuil, Sarlat y Saint-Alvère. Este “diamante negro”, del
tamaño de una nuez, se saborea con algunos platos especiales o sencillamente en
pequeños trozos sobre una rebanada de pan tostado con mantequilla, con huevos
en tortilla… Lo importante es permitirle emanar todo su perfume en el plato.”
Visitwinefrance.com, visittrufefrance.com… Llevan algo de
camino por delante como en la imagen que acompaña.
2.- Trufa blanca de
Piamonte.
Los mejores perros rastreadores, al menos en Huesca, se
están trayendo de Italia y son perros de agua preciosos. De por sí, esos perros
ya están abriendo en Internet un nuevo mercado para su “alquiler olfativo”.
La trufa más cara del mundo es la blanca de alba, que
acompaña en la región a los raviolis y se acompaña del untuoso y fragante vino
Barolo, que solo he bebido una inolvidable vez en mi vida.
Sí, también Italia.it
informa abundamentemente acerca de la Feria de la Trufa Blanca de Alba en el
siguiente sentido en el artículo titulado “EL DIAMANTE DE ALBA”:
“Una feria que incluye numerosas iniciativas para
habitantes y turistas y que culmina con la subasta mundial de la Trufa Blanca de Alba realizada en
el Salón delle Maschere en el Castillo de Grinzane. Muchas ciudades de todo el mundo
participan en la subasta en directo gracias a una conexión vía satélite. En las
últimas ediciones participaron ciudades como París, Honk Kong, Moscú, Las
Vegas, Londres, Munich, Tokio, Nueva York, Los Angeles y Hollywood.
Desde su creación, el evento se presentó como una cita
internacional que a lo largo de los años ha contado con la participación de
grandes personajes, desde deportistas de élite como Joe di Maggio a directores
como Alfred Hitchcock o reyes como Farouk y actores como Ugo Tognazzi,
Alain Delon, Gerard Depardieu y muchos otros. Se trata de una subasta dirigida
a incrementar el prestigio de la Trufa Blanca de Alba en Italia y en el
extranjero. Un gran mercado forma parte parte
del evento gastronómico AlbaQualità.”
La reivindicación del turismo aragonés trufero a nivel
estatal debe marcar, por tanto, la hoja de ruta tras una necesaria unidad en el
sector en dicho sentido.
O podemos imaginar también una subasta tras puesta en valor
de nuestra maravillosa trufa de Graus, Sarrión o Berdún… Es un claro sector a
potenciar.
Fidelizar famoseo con trufa, idea italiana que seguro que
encontraría entre nosotros gran predicamento. Bertín y la trufa…
02.03 Luis Iribarren.