Estos días nuestras grullas de Gallocanta están atravesando la ciudad de Zaragoza. El miércoles unos buenos cientos de ellas atravesaron toda la avenida Cataluña un poco despistadas por los fuertes aires que las movían de su calculada línea hacia el Pirineo. En algunos momentos formaban círculos agrupados, en busca de un mejor momento más calmado hasta volver a formar esas puntas de lanza tan típicas en sus viajes. Un lujo natural en la Zaragoza un tanto apagada.