En mi entrada intitulada “Potasas según Ellroy”
mencionaba cómo cualquier uso extensivo, minero agresivo, en comarca aleatoria
con recursos –véase la explotación minera pretendida en el Moncayo-, debidamente
revestido bajo el manto-mantra de la creación de empleo y de los ingresos
fiscales patrimoniales que genera –fijos
como los de la burbuja inmobiliaria…- provoca a la corta sospechosos o
discutibles informes de impacto ambiental y a la larga cicatrices paisajísticas
pero también sociales.
Solo las ruinas cien años después son bellas, véase
las escombreras de Cartagena y el Festival del Canto de las Minas. Pero eso cuando
se oxidan y se vuelven vintage, ventajas que no tendrán las explotaciones del
siglo XXI con diseños minimales de plástico duro.
Pero es que además la autorización de tales
usos, subrayábamos entonces, entran en contradicción con todos los proyectos
previos de desarrollo sostenible.
Roble milenario de Arraitz-Orkin, Ultzama, Navarra.
Y esto entra en contradicción con el Leader et
alterum. Nuestros vecinos potásicos –no por comer plátano- en los valles y
ciudades cercanos a Jacetania-Alta Zaragoza utilizando como herramienta la Asociación
Cederna Garalur y a través de vectores como la Agencia de Desarrollo Comarcal
de Roncal y Salazar o el Servicio de Orientación Laboral de Sangüesa,
han venido desarrollando los siguientes proyectos, hermanos o no de otros
aragoneses:
- El aprovechamiento del potencial de
la biomasa forestal y la exploración del bosque como recurso turístico. Lo
primero se ha llevado a cabo con éxito en Ansó, aunque seguro el bajo coste del
gasoil está creando problemas. El segundo sí es interesante y novedoso: puesta
en valor de los paseos por robles, abetos y hayas. Turismo de los sentidos.
Véase el ejemplo al respecto de la mencionada Coordinadora Biscarrués-Mallos de
Riglos: la solución sería clonar a Lola.
- Existe un interesante nuevo producto
turístico “ARITZ” (sí, el nombre de Adúriz, significa roble en
euskera) de puesta en valor de los robledales atlánticos de la Montaña de
Navarra. Se ha creado nada menos que una “Mesa del Roble”.
-
Potenciación
del turismo de reuniones: menciona Cederna que el sector
de reuniones representa una oportunidad de desarrollo para las zonas rurales y,
en concreto, para la Montaña de Navarra y que en el territorio existen infraestructuras
públicas susceptibles de ser empleadas de forma alternativa para la celebración
de reuniones. Con este programa, rehabilitan casas consistoriales para crear
espacios multiusos y han creado un espacio-reserva. En Aragón también podría
potenciarse esto.
- Su
producto turístico es “RCB Rural Convention Bureau”, para la promoción del turismo de Reuniones
en las zonas rurales, consiguiendo de esta manera evitar la estacionalidad del
turismo rural, ofrecer nuevos usos a infraestructuras públicas infrautilizadas,
y poner en el mercado del turismo de reuniones una oferta de producto que cada
vez está más demandada por parte de los organizadores de eventos, reuniones,
congresos, etc… Vamos, el parque de Murillo de Gállego, gymkhanas
desestresantes.
-
Oficina de
información de la biomasa: para dinamizar su mercado y sensibilizar a la población sobre el uso de madera certificada y biomasa
forestal con uso energético. Nunca está de más seguir sensibilizando en la
forma histórica de calentar las casas, la que más humedad quita.
Esquilas historiadas en el muy interesante Museo del Queso de Uztárroz.
-
Potenciación del comercio rural
de proximidad: se están perdiendo tiendas rurales por jubilación de sus
propietarios y poca rentabilidad. Véase el multicentro de Biscarrués como
ejemplo o la jubilación de Manolita en Berdún… Se le puede dar continuidad a la
tienda pero no ganar demasiado dinero pues la gente compra ya en Jaca o Huesca.
-
Estrategia turística
sostenible, que pretende la implementación de una estrategia de turismo
sostenible, un ejemplo está siendo la creación y la promoción de Sangüesa como
producto turístico. Para conseguirlo, se han priorizado una serie de acciones
como: el embellecimiento y adecuación turística del casco histórico de la
ciudad, el diseño e implementación de herramientas para la interpretación e
información sobre el patrimonio turístico y cultural, así como la
sensibilización y animación turística para la puesta en valor del patrimonio
turístico-cultural. De allí ha surgido una empresa para mostrar la comarca
desde dentro.
Es evidente que la fragilidad del desarrollo real de
todas estas actuaciones, por no decir la desmoralización que implica, será
todavía reforzada si en esta comarca y en Sos de Rey Católico se da carpetazo a
este trabajo a largo plazo.
26/02 Luis Iribarren.