Otro
turolense artista individual, Manuel Pertegaz, era del extremo suroriental de
Aragón, de Olba. Por tanto, del municipio más alejado a Berdún y Ansó que pueda
haber.
Aunque
ya comenté en otra entrada la lejana vinculación de mi abuela materna con
Balenciaga –singular y precioso museo alberga sus mejores diseños en Getaria-,
tenemos al olbano como relevante exponente de la moda Chirbes, de la moda y
costura a mano de la que todos nos acordamos de la dictadura y transición. A
este turolense verdaderamente universal, recientemente fallecido, en realidad
barcelonense de ubre.
Por
tanto, ilustrativo como el marido de Montserrat Caballé de este potente grupo
de aragoneses de origen turolense que han perfumado de forma continua y
representativa el mundo cultural y empresarial catalán, valenciano y ahora
madrileño (pienso en si Pizarro y Pertegaz tuvieron relación, me sale que no).
El traje más reconocido de Pertegaz: Salomé
flotaba en él cantando el “La, la, la”. Medio premio se debería a esas
fantásticas iridiscencias. Fondos para un hipotético espacio Pertegaz-Teruel,
con ulterior escuela de moda. Se empieza a tener experiencia en cortes de traje
medieval.
Nos
encontramos ante el único Óscar aragonés: pues fue premiado con el de la
costura de la Universidad de Harvard, lo que conllevó que incluso se pensara en
él como continuador de Christian Dior. A esta altura solo podría estar Goya de
ser nuestro contemporáneo.
Si
un traje de Pertegaz tenemos en mente es el que se acompaña, diseño alucinante.
Traje que asimismo le acerca al músico también turolense García Abril,
compositor de sintonías en la misma época.
De
algún modo, Aragón tendría que reconocer su inmenso talento y legado. Tantos
trajes que han servido para enamorarse, casarse o celebrar separaciones y
noches especiales.
Teruel
y su reivindicación lograda como territorio del amor me parecen el espacio más
propicio para homenajear a este singular aragonés, artista que embelleció desde
su magisterio artesano la vida privada de tanta gente. Pedazo de mudéjar
costurero…
Os
dejamos con un poema-costura de Miguel Hernández, muy célebre –y no es el del
traje capa de cebolla-.
El hombre no reposa: quien reposa es su
traje
cuando, colgado, mece su soledad con viento.
Mas, una vida incógnita como un vago tatuaje
mueve bajo las ropas dejadas un aliento.
cuando, colgado, mece su soledad con viento.
Mas, una vida incógnita como un vago tatuaje
mueve bajo las ropas dejadas un aliento.
16.03 Luis Iribarren.