26.3.16

Aragoneses patrimonio: Pertegaz

Otro turolense artista individual, Manuel Pertegaz, era del extremo suroriental de Aragón, de Olba. Por tanto, del municipio más alejado a Berdún y Ansó que pueda haber.

Aunque ya comenté en otra entrada la lejana vinculación de mi abuela materna con Balenciaga –singular y precioso museo alberga sus mejores diseños en Getaria-, tenemos al olbano como relevante exponente de la moda Chirbes, de la moda y costura a mano de la que todos nos acordamos de la dictadura y transición. A este turolense verdaderamente universal,  recientemente fallecido, en realidad barcelonense de ubre.

Por tanto, ilustrativo como el marido de Montserrat Caballé de este potente grupo de aragoneses de origen turolense que han perfumado de forma continua y representativa el mundo cultural y empresarial catalán, valenciano y ahora madrileño (pienso en si Pizarro y Pertegaz tuvieron relación, me sale que no).

El traje más reconocido de Pertegaz: Salomé flotaba en él cantando el “La, la, la”. Medio premio se debería a esas fantásticas iridiscencias. Fondos para un hipotético espacio Pertegaz-Teruel, con ulterior escuela de moda. Se empieza a tener experiencia en cortes de traje medieval.

Nos encontramos ante el único Óscar aragonés: pues fue premiado con el de la costura de la Universidad de Harvard, lo que conllevó que incluso se pensara en él como continuador de Christian Dior. A esta altura solo podría estar Goya de ser nuestro contemporáneo.

Si un traje de Pertegaz tenemos en mente es el que se acompaña, diseño alucinante. Traje que asimismo le acerca al músico también turolense García Abril, compositor de sintonías en la misma época.

De algún modo, Aragón tendría que reconocer su inmenso talento y legado. Tantos trajes que han servido para enamorarse, casarse o celebrar separaciones y noches especiales.

Teruel y su reivindicación lograda como territorio del amor me parecen el espacio más propicio para homenajear a este singular aragonés, artista que embelleció desde su magisterio artesano la vida privada de tanta gente. Pedazo de mudéjar costurero…

Os dejamos con un poema-costura de Miguel Hernández, muy célebre –y no es el del traje capa de cebolla-.

El hombre no reposa: quien reposa es su traje
cuando, colgado, mece su soledad con viento.
Mas, una vida incógnita como un vago tatuaje
mueve bajo las ropas dejadas un aliento.

16.03 Luis Iribarren.