28.6.14

Tengo la solución a todos los problemas de la Universidad de Zaragoza

Tenemos que decirlo algún día. Y hoy es un buen momento para ello. Tengo la solución para la Universidad de Zaragoza. Estamos logrando que miles de jóvenes aragoneses pululen por las aulas sabiendo que no hay futuro. Sabemos los padres que nos está costando un riñón mantener la Universidad a través de nuestros impuestos. No hay posibilidades para rentabilizar la excelencia de nuestros jóvenes en España y si acaso los podemos colocar de camareros en Londres o en Bulgaria. Nunca hay recambio generacional entre los profesores de la Universidad y no hay dineros para arreglar el ascensor o para poder publicar artículos en revistas extranjeras. No pinchamos ni cortamos, nos restan los presupuestos, nos sisan y nos ningunean.

Y yo tengo la solución a todo esto.

Hay que cerrar la Universidad de Zaragoza durante 10 años. Dentro de la ironía con dolor, del sarcasmo con asco, todo mezclado y ligeramente agitado, creo que es la única solución. 

Debemos cerrar la Universidad de Zaragoza y así no seguiremos creando ilusiones falsas entre los jóvenes aragoneses. Así los camareros de Bulgaria no sabrán química, derecho o medicina aprendida en Zaragoza. De esta forma, con lo que nos ahorremos de mantener abierta la Universidad de Zaragoza podemos competir contra China en fabricar los zapatos más baratos todavía.

Cuando un gobierno, sea desde Madrid o desde Zaragoza, cree que una Universidad es un lugar al que hay que racanearle los dineros, ese alguien está demostrando que es una persona poco culta o un enemigo de su territorio. Por eso lo mejor es cerrar la Universidad durante 10 años, pera no gastarnos dineros en ayudar a que nuestros jóvenes se escapen a trabajar a Bulgaria, Rumanía o Bolivia en el mejor de los casos. Efectivamente hay alguno que logra trabajar en Reino Unido, Estados Unidos o Francia, Alemania o Italia. Pero esos jóvenes son los peores. En esos casos los perdemos definitivamente.