28.6.14

Siempre habría que esperar a la imputación formal antes de dimitir o cesar

En el Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza del viernes el PP apoyó al PSOE para negar el cese de los tres concejales implicados presuntamente en el Caso PLAZA

Era una petición que solicitaban CHA e IU para igualarla con la que en su día se tomó con el caso Becerril, que como muy bien explicó el Alcalde, lleva 5 años en espera de sentencia pero se cometió el error político de cesar al concejal con urgencia, la misma urgencia que no se toma nunca la Justicia.

Yo no creo que deban dimitir los concejales por una imputación y menos si esta no es todavía formal y definitiva. Y me explico.

Un imputado no es un condenado ni de lejos. A veces un imputado es un acusado al que se le facilita su defensa para que acuda con abogado, imputándole, algo que no pueden hacer los testigos. A veces un testigo es tan culpable o inocente como algunos impuestos, y la línea que los separa puede ser muy débil. Un acusado depende muchas veces de circunstancias que debe aclarar en el juicio o incluso en sus declaraciones como imputado.

Todos los impuestos tienen la presunción de inocencia TOTAL. Más si todavía no sabemos con detalle de qué se les imputa.

Dicho esto es lógico esperar a la imputación formal, para saber de qué se les acusa y en qué se basan dichas acusaciones. Esto no es apoyarse dentro de “una casta” de tramposos que se van tapando entre ellos, cuando algunos pueden pensar, es simplemente no saltarse los derechos que les amparan a las personas. De hecho hay decenas de casos en los que se imputa a todo un grupo de personas en el mundo de la empresa o de la política, para después discernir quien de todos ellos tuvo responsabilidad y quien no la tuvo, y no se debe condenar civilmente a los imputados antes de que lo haga formalmente la justicia o los presuntos hechos que se publican en la orden de imputación, pero no antes.

Y por si hay duda, que espero que no, contra la corrupción política absolutamente ningún miramiento. Contra nadie. Pero sin caer en la tontería de ser más papistas que el Papa.