La situación del Real Zaragoza es de “susto o muerte” y creo que estamos más
cerca de lo segundo una vez que ya hemos jugado a lo primero excesivas veces.
Eso si, ahora estamos en la fase de lanzar toda la culpa de su final a
Hacienda, que aunque somos todos suena muy bien como el malo de la película.
Hacienda debería tragar con unos aplazamientos en los pagos, otra vez más, a
ser posible sin poner una pasta que ya se debe desde hace la “eternidad”, para
que así a los mejicanos junto a, los chinos, árabes y marcianos entiendan mejor
el gran negocio que es comprar a un muerto.
Claro que como Hacienda somos todos —y más que todos y en
esta caso deberíamos ser los zaragozanos— debemos asumir que si el Real Zaragoza
debe veinte millones a Hacienda nos toca a cada zaragozano casi 30 euros por
barba. Los primeros y de todos. Claro que…, cuando tenemos a muchos niños que
no toman desayuno por hambre y pobreza, exigirles a sus padres que nos paguen
30 euros para poder seguir fichando a cojos y jetas, suena a sarcasmo.
Suena todo este barullo a dejar morir al muerto para que
nadie sea el causante directo. Y a ser posible mandar las campañas a sonar, a
costa de que aparezca algún organismo público y oficial como culpable. También
es posible que aparezca algún mejicano dueño de equipos de fútbol de Tercera
División para hacerse dueño de nuestro querido Real Zaragoza. ¿Con qué
intenciones? Nadie lo sabe, pero siendo dueños de empresas de telefonía y de
constructoras sería un peldaño para dar el salto. De no creerme esta tontada,
me debería poner a buscar el ataúd.