Javier Lambán, jefe del PSOE aragonés, por fin ha dejado de
ningunear a IU y CHA. Gracias Javier. Ayer arremetió contra IU y CHA por querer
—según dice— acabar con el PSOE, pero lo más bonito es cuando les pidió a sus
militantes que dejaran de tener el Síndrome de Estocolmo con CHA e IU. Genial,
estuvo genial.
Me gustó que llamara a IU y CHA, los “primos hermanos” pues
hasta ahora solo éramos “los primos” y este aumento de escalafón es un detalle.
Pero se equivocó en pedir a sus militantes que no sufran el Síndrome de Estocolmo.
Este síndrome como muy bien sabe él, solo lo pueden tener los que se sienten
secuestrados por alguien más fuerte y quieren copiar sus ideas. CHA nunca ha intentado y menos
logrado secuestrar al PSOE, qué más hubiéramos querido, pero en cambio sí
es cierto que nos encantaría que ellos copiaran muchas de nuestras ideas.
Simplemente por que a lo que aspiramos es a lo mejor para la sociedad, no para
nadie en concreto.
Entre los militantes del PSOE, que algunos conozco y otros
SÍ son hermanos incluso de sangre, hay muy buenos socialistas, grandes
defensores del sentido común social, grande peleadores contras las injusticias,
viejos conocedores de la política desde épocas anteriores a la Transición. Yo
que también soy viejo no me creo capaz de secuestrar mentalmente a nadie de
estos veteranos socialistas y mucho menos de trasmitirles ideas sociales de
nada. Lo malo es que los dirigentes del PSOE no les escuchan, no les leen, no
les dejan hablar. Lo malo es que ellos SÍ tienen el Síndrome de Estocolmo hacia
sus dirigentes, que los han secuestrado de verdad.