26.4.16

Cataluña, D. Quijote y el Real Zaragoza. Vaya mezcla

Cada semana encontrar algo positivo en las noticias llega a veces a ser tan difícil como encontrar una aguja en un pajar por lo que encontrar en ellas motivo de estímulo y ánimo es prácticamente imposible. Repetir unas elecciones por la incompetencia de unos líderes de pacotilla, o en esa continua mofa, el nuevo plantón de Cataluña, de la mano de ERC, esta vez a nuestra consejera Mayte Perez, no ayuda.

Este menosprecio a esta bendita tierra, Aragón, también se produce en lo económico. Ahora Madrid nos impone rebajar los presupuestos, imposición continua que denunció el señor Lambán en el Día de Aragón. Por cierto, Día de Aragón, compartiendo lanza San Jorge y Quijote. Como bien dijo Nieves Ibeas, ¿no había otro día para celebrar al hidalgo caballero?

Por eso queriendo huir de tantos que nos creen tontos buscamos en el fútbol un escape, ¨lo más importante de lo menos importante¨, como alguien dijo. Lo malo es que también estamos en el pelotón, aunque solo sea por unos días. La desigualdad en esta piel de toro está a la orden del día pero siempre la sufrimos los mismos territorios.  Alegrías para los de siempre y a nosotros los zaragocistas en este gueto que es la segunda, a cuentagotas.

Pero como todo en la vida, uno se acostumbra a vivir con lo que tiene y cuando tienes poco le das más valor a todo cuanto llega, ahí estamos los sufridos zaragocistas, disfrutando quizás en el mejor momento de la temporada. Sé que algunos de los que hemos vivido épocas gloriosas, pensarán que vencer este último domingo al Alcorcón no ha sido para tirar cohetes, pero a estas alturas de la liga y ver una imagen mejorada del equipo en su momento más importante, invita a soñar.  Entrar en las últimas diez jornadas, cuando todo se decide, ganar las tres primeros partidos me hace ser razonablemente optimista. El respaldo de la afición zaragocista y zaragozana ha de ser total. Nos jugamos mucho, devolver al Real Zaragoza a su liga natural es de una importancia vital, va más allá de lo estrictamente deportivo,  lo económico que despeje un futuro incierto y social para la ciudad. Ayer fuiste mi ilusión, hoy mi realidad y el mañana mi esperanza.

Daniel Gallardo Marin