Hoy ya no queda nada, casi ni las ruinas escondidas debajo del asfalto y un Centro de Interpretación cerrado y mal acondicionado. Pero toda esta zona de Zaragoza, la de la entrada al Arrabal, al Rabal, con San Lázaro, el Monasterio de Jesús, tuvo mucha historia que no hemos sabido conservar bien.
En la imagen las ruinas del Convento de San Lázaro en el año 1916, antes de que se construyera allí con partes de este edificio un cuartel militar de donde partían los soldados de cupo hacia la cercana Estación del Norte.