Es una sección de una puerta en el
centro de Zaragoza, en la calle Predicadores. El tiempo ha pasado sobre ella y
sin poder hablar nos enseña su historia restaurada.
¿Cuantas personas habrán
pasado por su postigo? ¿cuantas habrán entrado a través suya con decenas de
problemas hoy solucionados o muertos?
Es la puerta del edificio contiguo a la
cárcel de mujeres de la Zaragoza medieval, en la zona del Palacio de
Villahermosa, el edificio más notable del barrio de San Pablo en aquellos
siglos.
Pero yo solo puedo imaginar que ya era esa, la madera que vio cruzar a mujeres dolorosas hasta la nula libertad, pues no tengo datos para asegurar que no sea una puerta más moderna.