A mitad del siglo III, en el año 254, Tascio Cecilio Cirpiano, conocido luego como San Cipriano de Cartago posiblemente por haber nacido en esta localidad del Norte de África y sobre todo por haber sido Obispo de Cartago, escribió varios tratados religiosos.
En uno de esos tratados comenta que en la ciudad de Zaragoza, entonces Caesaraugusta, ya hay cristianos viviendo y defendiendo su fe religiosa. Simplemente nos dice Cipriano haciendo un recuento de los cristianos conocidos: Félix de Caesaraugusta, cultivador de la fe, adorador y defensor de la verdad.
No sabemos si este Felix es el Obispo de Zaragoza y ni tan siquiera que existieran muchos o pocos cristianos. Pero el hecho de nombrar a Caesaraugusta desde el Norte de Africa como ejemplo, nos obliga a pensar que ese dato era importante en aquellos años.
Todavía no había sido el Martirio de Santa Engracia y sus 18 Mártires que sucedió en el 303, pero podría ser el inicio de un crecimiento del cristianismo en Zaragoza.