Zaragoza es posterior al río Ebro, del que nace. Los íberos se asentaron aquí precisamente por los ríos que se juntaban en esos puntos concretos entre el Boterón y Vadorrey. El Ebro con el Gállego y la Huerva. Y sabían de sus efectos devastadores en las riadas y por eso eligieron el lugar más alto de la zona, entre Tenerías y Plaza de La Seo.
Pero Zaragoza por ello ha sufrido un gran número de riadas, de inundaciones muy graves aunque desconocemos su número. Sí tenemos al menos constancia de las que llamamos Las Cuatro Inundaciones del Ebro sobre Zaragoza. Pero nos imaginamos que hubo más, de las que no hay constancia.
Las más importantes de las que tenemos datos se produjeron en los años 1643, 1775, 1871 y 1961. Más o menos con una cadencia de unos 100 años. Pero hay constancia de que estos ciclos, repetibles de forma grave en periodos de 50, 100 y 500 años.
Se tiene también constancia de otra gran inundación en el año 1380 aproximadamente, posiblemente la que creó las primeras Balsas del Ebro Viejo. Y una de río Gállego del año 1787.
Sabemos que la inundación del año 1643, en febrero, rompió incluso dos arcadas del Puente de Piedra y cinco del Puente de Tabla que se hundió parcialmente, teniendo que desalojar toda la zona del Arrabal y Barrio Jesús, pues las aguas del Ebro cuando se inunda siempre lo hace por lógica, desde la zona alta del ACTUR hacia Vadorrey.
Hay un trazado teórico en el que el Ebro en crecida busca el camino más corto y de ligera bajada para salirse desde la zona alta del ACTUR, por debajo de Juslibol, para volver a su cauce en línea recta, por toda la margen izquierda hasta la desembocadura del río Gállego. Si viene con mucha fuerza tambiçen afecta a la Almozara hacia la zona de La Aljafería.
Esto hoy es mucho más complicado que se vuelva a producir, pues hay defensas aguas arriba y en las propias zonas de desborde, para aliviar caudal antes de que llegue al ACTUR.
Sabemos que en el año 1808 cuando los Sitios de Zaragoza, existían balsas de agua por riadas viejas posiblemente de las inundaciones de 1380 y 1775, que anegaban las zonas hoy llamadas Balsas de Ebro Viejo, y también quedaban enormes balsas en la zona de Cogullada hasta el Barrio de la Jota y casi Vadorrey.
El río Ebro como es lógico, una vez que se sale de su cauce, vuelve a buscar su natural recorrido aguas abajo para derramar las riadas que lleva. En los sótanos del edificio de Galletas Patria que hoy son un gran gimnasio, es posible observar de forma privada, el antiguo lecho del Ebro Viejo, muy cerca de la Plaza Mozart.
Dicen que en el año 1643 por efecto de la inundación se perdieron en la margen izquierda tres monasterios y 43 casas y en la margen derecha se vieron afectados siete monasterios y 143 casas. El Puente de Tablas fue reconstruido con rapidez y abierto otra vez al paso por el rey Felipe IV solo un año después, pero el de Piedra no se terminó de arreglar hasta 1659.
En la imagen de arriba, un grabado de Ricord Capuz, podemos ver el Puente de Tablas desde la zona del Barrio Jesús.
Las peores riadas para el casco urbano actual vendrían por la unión de acontecimientos concatenados. Por una parte muy fuertes lluvias en todo el Noreste de España, y un aumento fuerte de temperaturas en marzo por poner un ejemplo.
Eso supondría un crecimiento muy fuerte del Ebro y del Gállego, en el segundo caso por efecto acumulado del deshielo, y si sucedieran a la vez sí podríamos tener problemas en toda la margen izquierda de Zaragoza ciudad. Posiblemente casi ninguno ni en Almozara ni en el ACTUR.