No es posible defenderse ante la Navidad consumista, en Zaragoza tampoco. Como las grandes ciudades europeas, estamos montado un año más un gran parque navideño en la plaza del Pilar, con casetas de venta de productos navideños, patinaje o bajadas simulando nieve. Y como no, el gran Belén a tamaño natural que es ya una señal de identidad navideña en Zaragoza.
Celebrar la Navidad con espacios amplios que aumenten la sensación de fiesta es algo muy europeo. Hay ciudades especialistas en estos eventos que transforman sus centros históricos. En Alemania o Reino Unido, en Suiza o Italia. Y Zaragoza está a la altura de las mejores.