El Caudillo árabe yemení Abú Abd al-Rahmán Musa ibn Nusair en la primavera del año 714 conquistó casi como un paseo militar la ciudad de Zaragoza, tras salir desde Toledo con su ejército hacia la conquista de Galicia y desplazándose hasta nuestra ciudad para asegurarse un buen puesto de control, en sus deseos de conquistar Pamplona y luego todo el Este peninsular, incluida alguna incursión por el sur de Francia.
Musa ibn Nusair tenía casi 74 años de edad y junto a un ejército de algunos pocos miles de soldados que como apuntamos antes, iban recorriendo la península Ibérica conquistando territorios sin gobierno suficiente, se apoderaba de todos los territorios por los que pasaba con sus huestes casi con su única presencia en lo que parecía un paseo militar.
Algunos historiadores dudas de estas versiones conquistadoras y apuntan más al declive total del gobierno visigodo y a la petición realizada por estos al Norte de África para que vinieran a poner orden. De todo hay, sin duda. Como también se apunta que este caudillo árabe no existió y que en realidad se trataba de un invento casi mitológico de un gran caudillo de edad avanzada capaz de dominar con solo su presencia.
Lo cierto es que en aquellos años se calcula que la Zaragoza visigoda tenía unos 17.000 habitantes y sin plantar casi resistencia se entregó a la tropas árabes, que se asentaron cuatro siglos. Muchos años como para no pensar que Zaragoza sigue teniendo mucho de árabe pues tras el 1118 y su Reconquista siguieron viviendo entre y con todos nosotros algunos siglos más. Somos mezcla y eso es calidad de culturas.